Por Juan Diego Camarillo
El especial documental dirigido por Jordi Evolé y Márius Sánchez «Amén, Francisco responde» ya está disponible en la plataforma de Star+.
Estrenado el 5 de abril, el documental exclusivo muestra un encuentro con el santo padre con jóvenes de diferentes países, edades y modos de vida, incluyendo a María, Juan Haro, Celia, Dora, Víctor, Milagros, Khandim, Medha, Lucia y Alejandra, provenientes de España, Argentina, Perú, Senegal, Colombia y Estados Unidos. Cada uno de ellos compartió sus experiencias, incluyendo la migración, el ateísmo, la ideología de género, el feminismo, entre otros.
Como joven católico, puedo decir que este especial es una propuesta novedosa. En lugar de entrevistas formales o preguntas especializadas, se trata de un diálogo abierto y sincero entre el santo padre y jóvenes que tienen dudas e inquietudes en relación con la fe, la Iglesia y su doctrina. Muchas de estas preguntas son similares a las que solemos escuchar en nuestra juventud de parte de amigos y conocidos, quienes tienen distintas perspectivas acerca de temas como el aborto, la sexualidad, el rol de la mujer en la Iglesia, entre otros.
Es cierto que algunas personas han reaccionado negativamente al ver el tráiler del especial, cuestionando por qué el santo padre está en una plataforma como Star+. Pero también hay reacciones positivas, que reconocen el valor de este encuentro auténtico y cercano entre el Papa y los jóvenes.
Personalmente, considero que es una oportunidad valiosa para sensibilizarnos y abrir nuestro horizonte, conocer las realidades sociales de nuestro entorno y entender mejor los temas sociales que nos afectan.
Por eso, te invito a que, si tienes la posibilidad, veas este especial. Los jóvenes que participan en él no se satisfacen con las primeras respuestas del Papa, sino que lo interpelan desde sus propias vivencias y experiencias. El diálogo es auténtico y sin cortes, y refleja las inquietudes y experiencias de jóvenes católicos y no católicos por igual.
Como católicos, necesitamos estar abiertos a conocer y entender las realidades de los demás, y a ofrecer una voz de amor y acogida para aquellos que buscan la verdad y la sanación en Dios. No basta el mirar desde el sillón cuando las ideologías están atrapando con mayor fuerza a nuestra juventud.