Rosario Laris, quien es Doctora en Bioética, Master en Salud Pública y creadora de la fundación Sexo Seguro, nos cuenta en entrevista de su nuevo libro Abrazo de amor.

Un trabajo enfocado a los padres de familia, para que sean ellos los encargados de formar a sus hijos en la educación afectiva-sexual.

Por Rubicela Muñiz

-Rosario, cuéntanos de este nuevo trabajo.

Este es un libro relativamente nuevo, tiene año y medio. Es un libro muy enfocado a educación afectiva-sexual para padres de familia. Ayudamos a los padres a que se formen para que ellos sean los primeros responsables de la educación sexual de sus hijos. Más que una responsabilidad es un privilegio porque el poder formar a sus hijos en un tema vinculado al amor humano, pues, quién mejor que papá y mamá para hacerlo.

Este libro busca abordar diferentes temáticas, no solo de sexualidad, sino también se dan tips a los papás de cómo hablar con sus hijos en este tema, cómo irlos formando desde la preinfancia. No se trata de tener una conferencia magistral con los hijos a los 12 años sobre sexualidad, sino cómo se va abordando este tema vinculado al amor humano desde que el niño empieza a identificar que es único e irrepetible, que es distinto el cuerpo de una niña a un niño. Cómo ese niño empieza a identificar que su cuerpo es distinto, que tiene partes privadas que nadie debe tocar nunca.

También, cómo en este momento de la vida el papá y la mamá ayudan al niño a fortalecer, en el caso de los hombres la masculinidad, y en el caso la mujer la feminidad.

¿Se hace más difícil esta educación con la presencia de las redes sociales y la gran cantidad de información que tienen a su alrededor?

Lo que siempre platico, y lo menciono en el libro, evitamos las redes sociales el mayor tiempo que sea posible. Y va muy de la mano con el hecho de darle a un chico, a una chica, o a veces a un niño, un celular. Esperen a que sus hijos sean mucho mayores para que puedan entrar a este tipo de redes. Lo ideal sería que no entraran.

Un niño no necesita vincular con nadie en las redes, el niño necesita vincular con su papá, con su mamá, con sus hermanos, con amigos. No necesita el mundo de las redes sociales.

Las redes les ofrecen información para que se mantengan enganchados. Por ejemplo, plataformas como TikTok son pequeñas dosis de dopamina constante en el cerebro cada vez que ven un nuevo video. No les da tiempo ni para la reflexión, ni para pensar si lo que acaban de ver es bueno o no.

Es importante que los papás tengamos conciencia de eso, y no dárselos solo porque sea un tema de moda. Cuidado en la forma en que educamos, debemos enseñarles a tener filtros: “no todo lo que ves es bueno”, “no todo lo que ves es cierto”. Y si ya tienen el teléfono, pues ponerles horarios. Además, recalcarles que el teléfono no es de ellos, el teléfono es de los papás.

Al final nadie necesita las redes sociales. La realidad es que si todos nos desconectamos y no nos metemos a una red social, te das cuenta que no son necesarias.

-¿Qué fue lo que te llevó a orientar el libro hacia los padres?

El tema de la educación afectivo-sexual no es un tema biológico, sino que tiene una connotación física, pero también emocional y espiritual y del conocimiento, que nos refleja que está vinculada al amor humano. ¿Y quiénes son las personas más adecuadas para formar a un niño en el amor humano? Sus padres. Por eso es que al día de hoy el principal objetivo de la fundación es formar a los padres de familia.

Si yo logro cambiar la visión de la importancia de la educación afectiva-sexual de un padre hacia su hijo, yo puedo lograr un cambio permanente en la formación de esa familia. Los papás son los actores principales del tema.

-¿Cómo ha afectado la conducta de los adolescentes la ideología de género y la revolución sexual?

Ha afectado profundamente, porque la ideología de género viene junto con revolución sexual, esta visión de la sexualidad desligada del amor y el compromiso de la fidelidad. El uso de la pastilla anticonceptiva es el resultado más concreto de esta revolución sexual que se da en los años sesenta. Lo que generó fue un distanciamiento directo entre amor, compromiso, responsabilidad y relación sexual.

El reto es cómo ir formando al niño desde la primera infancia para que entienda que tiene que ser responsable de sus actos y que la vida no gira entorno a él. Sino que el día de mañana implica que te pongas en el lugar del otro, o que sean empáticos con el otro.

-¿Esta forma de relacionarse padre-hijo también influye en sus futuras relaciones?

Así es. Los datos científicos de los estudios de familia han concluido que el mejor espacio de bienestar para un niño, en salud, en educación, en economía, en salud emocional, de que se sienta feliz, es vivir en una familia en donde hay papá y mamá, y que papá y mamá se llevan bien. El niño se siente querido y seguro en esa relación.

Abrazo de amor

Descarga el libro de manera gratuita en www.sexoseguro.org

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Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 9 de abril de 2023 No. 1448

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