EDITORIAL
El Papa Francisco ha dedicado mucho tiempo a ponderar el papel de las mujeres en el mundo y, en especial, sobre el papel de las madres. Recogemos cuatro pensamientos que dicen todo:
- Una sociedad sin madres sería una sociedad deshumana, porque las madres siempre saben testimoniar incluso en los peores momentos, la ternura, la dedicación, la fuerza moral. (Amoris Laetita, p.174)
- Las madres son el antídoto más fuerte a la difusión del individualismo egoísta. Individuo quiere decir que no puede ser dividido. Las madres, en cambio, se dividen a partir del momento en el que acogen a un hijo para darlo al mundo y criarlo. (Audiencia general, 7 de enero de 2015)
- Las madres transmiten a menudo también el sentido más profundo de la práctica religiosa: en las primeras oraciones, en los primeros gestos de devoción que aprende un niño […] Sin las madres, no sólo no habría nuevos fieles, sino que la fe perdería buena parte de su calor sencillo y profundo. (Amoris Laetita, p.174)
- Un mundo que mira al futuro sin mirada materna es miope. Podrá aumentar los beneficios, pero ya no sabrá ver a los hombres como hijos. Tendrá ganancias, pero no serán para todos. Viviremos en la misma casa, pero no como hermanos. La familia humana se fundamenta en las madres. Un mundo en el que la ternura materna ha sido relegada a un mero sentimiento podrá ser rico de cosas, pero no rico de futuro. (1 de enero del 2019).
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 7 de mayo de 2023 No. 1452