Por P. Justo López Melús
ALIVIO DE CAMINANTES
Es muy grande la tendencia del hombre de quejarse de todos y de todos. Es muy grande la tendencia del hombre a estar siempre corrigiendo a la Divina Providencia. Hay personas que organizarían el mundo de maravilla, y luego no saben poner orden en su casa. Maestros que no saben enseñar a sus hijos. Pedagogos que luego, en la vida real, son un desastre. Teóricos que en la práctica no dan una…
Un labrador trabajaba en sus campos y, cansado, se sentó bajo una encina. Contemplaba los hermosos frutos: melones, calabazas, pepinos.
–“¿Por qué –se decía—la Providencia habrá puesto la bellota, el fruto de la encina, en un lugar tan alto? Mejor sería que los melones y las calabazas colgaran de los árboles, y así no tendría que agacharse uno para recogerlos”.
Mientras pensaba, cayó una bellota y le dio en la nariz. Entonces se dijo: “Si en vez de la bellota llega a ser un melón o una calabaza, me aplasta la cabeza”.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 18 de junio de 2023 No. 1458