El Evangelio de hoy, nos invita a reflexionar cuantas veces vivimos de leyes dejando de lado en reiteradas oportunidades la dignidad del otro y la misericordia. A menudo el trabajo, las dificultades del día y diversas situaciones, nos hacen encerrarnos en nosotros mismos y pensar que nuestra fe sólo se basa en cumplir con leyes y no en entender cómo se presenta el amor en las mismas.
Escucha este audio y durante la reflexión déjate tocar por Jesús, preguntándote: ¿soy misericordioso? ¿Respeto la dignidad del otro? ¿Me siento arropado por la misericordia de Dios o lo veo como un legislador?
Envíaselo a una persona especial y siente la presencia del Señor y, juntos. Tomemos un tiempo para reflexionar y decir: Señor, permíteme ser tan misericordioso como tú.
