Por Mary Velázquez Dorantes.

En medio de una cultura de apología hacia la violencia, en un estallido de dolor por las muertes que provoca el crimen organizado, bajo la máscara de la imitación por estilos de vida derivados del narcotráfico, también se encuentra el rostro de la muerte, de la adicción y de las nuevas formas de esclavitud por consumo de sustancias por parte del hombre moderno. Desde el la heroína, la cocaína, el crack y otras sustancias que han estado presentes en millones de muertes de personas que han sido adictas, hoy nos encontramos frente a un monstruo real: el fentanilo, un farmacéutico sintético más cruel que otras drogas, un opioide fabricado de forma ilegal cuyos efectos son similares a la heroína pero que lo vuelve más adictivo, peligroso y mortal. Escuchamos en los medios de comunicación sobre esta droga, los efectos que produce, las ganancias que deja en la llamada industria ilegal de drogas, pero ¿cuál es la realidad de México frente a su consumo?, ¿cómo es que podemos darnos cuenta del impacto mortal que tiene?, ¿cuál es la crisis que enfrentamos no solo a nivel seguridad sino de salud? En esta edición de El Observador de la Actualidad examinaremos el rostro crudo de esta droga.

NÚMEROS MORTALES

Entre ampolletas, kilogramos e incluso litros el fentanilo es la droga de mayor consumo actualmente en México y Estados Unidos; se ha vuelto una problemática de orden mundial que afecta la salud y la seguridad. En un período de dos años la demanda por esta droga ha incrementado un 370% y las ciudades en las que existen mayores casos de consumo son Tijuana. Ciudad Juárez, Mexicali y San Luis Río Colorado. Este fármaco se puede encontrar en diferentes formas como el aerosol nasal, gotas para ojos, dulces o incluso en trozos de papel. Los vendedores les “garantizan” resultados a los consumidores en menos de cinco minutos. Es una nueva forma de epidemia, disfrazada de ilegalidad, programas gubernamentales que la combates cifras mortales que no son realistas. Este opioide esta presente en otras drogas como la cocaína y se han registrado casos donde jóvenes entre los 14 y 17 años son los las personas de mayormente lo consume en el norte del país.

UNA MEZCLA ANIQUILADORA

El Observatorio Mexicano de Salud Mental ha identificado que existe una combinación simultanea de drogas en las personas que son adictas al fentanilo; su apariencia en polvo generalmente viene mezclada con otras drogas como las metanfetaminas, y se ha convertido en la droga más peligrosa, más de 150 personas mueren a causa de las sobredosis que relacionan con este sintético. Se trata de una sustancia con alto potencia adictivo, que por una parte provoca euforia y luego llegan las alucinaciones, el delirio, depresión respiratoria y la rigidez muscular. La primera vez que se produjo esta sustancia fue hace 60 años en Estados unidos, hoy es una problema que se ha cuadrouplicado y las iniciativas por frenar el problema se han considero un fracaso. Los adolescentes son las personas más expuestas, dado que en ciertas ocasiones vienen “disfrazados” de fármacos habituales en forma de pastillas. Los casos que se han reportado por muerte derivados de estas sustancia -han sido después de su consumo- en accidentes de tráfico y suicidio cometido por arma de fuego.

UN PROTAGONISTA  SIN PREVENCIÓN

La mayoría de las personas adictas al fentanilo adquieren esta droga de forma ilegal, en algunos casos consiguen recetas médicas en pastillas que se encuentran al alcance de forma farmacéutica, 6 de cada 10 pastillas contienen una alta dosis letal de fentanilo. Algunos activistas e incluso personajes políticos han abrazado a esta droga como un protagonista oscuro, pero hasta el momento no se ha logrado la reducción de consumo ni de daños en los consumidores. La frontera de México es el camino de este opioide sintético, algunas farmacias pueden llegar a venderlo sin necesidad de receta médica; las cifras por sobredosis llegan a ser inexactas pero la realidad se ha  vuelto cruda y compleja.

 

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