San Rafael es uno de los arcángeles que se encuentran ante el trono del Señor. El nombre de Rafael significa “Dios nos sana”. En el Antiguo Testamento fue Rafael quien enseñó a Tobías cómo curar la ceguera de su padre, después de que los cuidados de varios médicos sólo habían logrado empeorar la aflicción. San Rafael es el patrón de los ciegos, de los encuentros felices, de los viajeros y de las enfermeras, así como de los médicos.
San Lucas, médico y evangelista (18 de octubre)
San Lucas evangelista, fue un médico griego; el peripatético San Pablo de Tarso lo llamó “Nuestro Amado Lucas, el Médico”. La evidencia de los antecedentes médicos de San Lucas está salpicada a lo largo de su evangelio. Por ejemplo, cuando los otros dos evangelistas sinópticos registraron la advertencia de Cristo de que un hombre rico no tendrá más facilidad para atravesar las puertas del cielo que un camello que pasa por el ojo de una aguja, utilizan el término familiar para la aguja de coser de una mujer. San Lucas, por otro lado, usa la palabra griega para la aguja de sutura de un cirujano.
En otro momento, al contar la historia de la mujer que sufrió una hemorragia, San Lucas, muy consciente de los riesgos mercenarios de nuestra profesión, añade la observación sardónica de que la mujer ya había gastado todo su dinero buscando el consejo de muchos médicos, y, sin embargo, ninguno de ellos lo había ayudado. Solo Lucas de los evangelistas relata la asombrosa alegoría de la compasión y el altruismo de Cristo en el contexto de brindar atención curativa a los indefensos, los heridos y afligidos: la parábola del buen samaritano.
Lucas, un médico inherentemente provida, usa la misma palabra griega para “bebé”, ya sea al escribir sobre un bebé en el útero o sobre un bebé en el pesebre. Y es él quien cuenta cómo San Juan Bautista, estando aún en el vientre de Santa Isabel, saltó de alegría ante la aproximación de Jesús, no nacido pero muy vivo, en el vientre de su Madre Virgen. Finalmente, es en el Evangelio de San Lucas donde Jesús hace su única referencia a los profesionales de la medicina: “¡Médico, cúrate a ti mismo!” (Lucas 4:23).
San Pantaleón, hacedor de maravillas (27 de julio)
San Pantaleón es uno de los Catorce Santos Auxiliadores, conocidos por su eficaz respuesta a la oración, especialmente venerados en Francia y Alemania. El nombre de Pantaleón en griego significa “el todo compasivo”. Se dice que era un médico de tal habilidad que el emperador Maximiano, un gran perseguidor de los cristianos, contrató a Pantaleón como médico de su corte. Pantaleón había sido criado como cristiano, pero en la fanáticamente anticristiana y disoluta corte de Maximiano, perdió su fe y casi su alma con su estilo de vida autoindulgente.
Sin embargo, con el tiempo, un hermano cristiano devolvió a San Pantaleón la fe que había abandonado. Desde entonces las habilidades de Pantaleón estuvieron a disposición de los pobres.
La riqueza que había obtenido gracias a su exitosa práctica la regaló. Otros médicos, celosos de su posición en la corte, vieron la fe renovada de Pantaleón como una oportunidad para desacreditarlo. Cuando la persecución de los cristianos bajo el emperador Diocleciano, que estalló en Nicomedia en 303, Pantaleón esta vez se negó a rechazar la fe; en cambio, eligió la muerte.
Se hicieron vanos intentos de matarlo de seis maneras diferentes (incluidos ahogamiento, fuego y bestias salvajes) antes de que lo decapitaran con éxito en medio de un halo de otras maravillas.
Santos Cosme y Damían: nunca cobraron honorarios
Estos dos santos son venerados en Oriente como los “sin dinero”, porque practicaban la medicina sin cobrar honorarios a sus pacientes. Estos hermanos gemelos nacieron en Arabia y estudiaron medicina en Siria. Practicaban la medicina en la costa de Cilicia, en lo que hoy es Turquía, con notable generosidad y franco celo por su fe cristiana.
Su amplia reputación resultó su perdición cuando estalló una persecución contra los cristianos. Rápidamente fueron arrestados, torturados horriblemente y decapitados, junto con otros tres de sus hermanos. Desde entonces se han atribuido muchas curaciones milagrosas a su intervención. Los santos Cosme y Damián son considerados patronos de los médicos y cirujanos, así como de los farmacéuticos. Ellos, junto con San Lucas, son los tres santos médicos citados en el canon de la Misa.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 22 de octubre de 2023 No. 1476
