El Padre Francesco Patton, custodio franciscano de Tierra Santa, destaca la importancia de las palabras del Papa Francisco pronunciadas a la hora del Ángelus dominical, junto a sus numerosos llamamientos por la paz en Oriente Medio, así como la fuerza de la oración que en Jerusalén, en las últimas horas, ha visto unidos a niños israelíes y palestinos.
Por Andrea De Angelis y Roberto Cetera – Vatican News
“Les ruego que se detengan en nombre de Dios, espero que se recorran todas las vías para que se evite a toda costa una ampliación del conflicto”
Las palabras que pronunció el Papa al final del rezo del Ángelus dominical del 5 de noviembre en la Plaza de San Pedro, resuenan en todos los rincones del planeta, incluida la ciudad de Jerusalén. El custodio de Tierra Santa, el padre Francesco Patton, las escuchó en directo por teléfono con nosotros. Y espera que el llamamiento de Francisco logre «tocar las conciencias» de los grandes de la Tierra.
“Las palabras del Papa me hicieron pensar en primer lugar en el acto de aquí en Jerusalén, donde – recuerda Patton – los niños rezaban por la paz. Juntos, israelíes y palestinos, cristianos y musulmanes. Me impresionó mucho la oración de una niña de 5 años, que rezaba preocupada por su padre. Este miedo marcaría no sólo su infancia, sino probablemente toda su vida».
La empatía mostrada por los niños «es probablemente mayor que la de los adultos. Los niños han sabido reconocer que el sufrimiento es de todos». El clima en la ciudad «sigue siendo surrealista, hay un miedo palpable y existen sentimientos de odio y rabia mezclados con impotencia y dolor», lo que pone de manifiesto «aún con más fuerza la necesidad de rezar por nuestra parte y la necesidad de soluciones pacíficas, que permitan proteger a la población civil y especialmente a los niños».
Una enorme tragedia
«No olvidemos que al principio – dijo el custodio de Tierra Santa refiriéndose al 7 de octubre – hubo una horrible matanza de civiles israelíes que vivían en los alrededores de la Franja de Gaza, con miles de muertos y 250 secuestrados – y ahora en la Franja – estamos cerca de los diez mil muertos, de los cuales casi la mitad son niños».
Se trata de «una tragedia que debería tocar las conciencias de todos, incluso las de los poderosos de este mundo, hombres y mujeres que también pueden influir fuertemente en las decisiones inmediatas y futuras».
Los ancianos en Tierra Santa
Su pensamiento también se dirige a los ancianos que están viviendo el drama de esta guerra que comenzó hace casi un mes. «Su preocupación son sus hijos y nietos, no piensan en su propio futuro, sino en el de sus seres queridos», dijo Patton.
«He visto esto no sólo en Gaza, sino también aquí en Israel. Varias personas, ya ancianas, no ven mucho futuro para sus hijos y nietos y los invitan a abandonar el país para intentar labrarse una vida en otro lugar”. Esto, en la tragedia, es un elemento más de gravedad «también para la comunidad cristiana, porque significa ver menguar la presencia en Oriente Próximo».
La comunidad cristiana de Gaza
Las últimas informaciones sobre la pequeña comunidad de Gaza se refieren a «fuertes explosiones que cayeron en las inmediaciones» de la iglesia, «una – concluye Patton – también en las afueras del colegio que dirigen las monjas». La otra es que los chicos de Gaza también se sumaron a la jornada del encuentro del Papa Francisco con los niños el lunes 6 de noviembre, «enviando además un vídeo en el que le agradecen lo que está haciendo, rezan por el Papa y muestran, aunque sea bajo las bombas, el lado de la esperanza cristiana».
Imagen de Susanne Jutzeler, Schweiz 🇨🇭 suju-foto en Pixabay