Para esta Navidad de «luto» y «dolor» que se avecina en Tierra Santa, desgarrada por la guerra entre Israel y Hamás que ha causado hasta ahora alrededor de 19.500 muertos, la mayoría de ellos en Gaza, el Papa Francisco invoca una vez más la cercanía. Cercanía expresada en oración y en ayudas concretas, que luchan por llegar -como ocurrió ayer, 18 de diciembre, en la Franja de Gaza debido a un apagón- y que ponen en riesgo la vida de miles de personas, empezando por los niños, víctimas del hambre y sed.
El Papa lanza su llamamiento en X, la red social anteriormente conocida como Twitter, a través de la cuenta @Pontifex en nueve idiomas:
No nos olvidemos de los pueblos que padecen el mal de la guerra. Pensemos en los niños que sufren la guerra, en las cosas que ven. Vayamos al belén y pidamos a Jesús la paz. Él es el Príncipe de la paz.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) December 20, 2023
Sufrimiento para Oriente Medio y el mundo
El Papa Francisco pronunció exactamente las mismas palabras en la audiencia del sábado 16 de diciembre ante 1.500 participantes en el pesebre viviente en la Basílica de Santa María La Mayor. Dirigiendo su mirada a una tierra que ha caído por enésima vez en la cruda fase de un conflicto que la ha herido durante décadas, el Papa pidió cercanía «con la oración, con ayuda concreta y también – dijo a los participantes – con su pesebre viviente, que recuerda a todos cómo el sufrimiento de Belén es una herida abierta para Oriente Medio y para el mundo entero».
“Su actuación debe vivirse en solidaridad con estos hermanos y hermanas que tanto sufren. Para ellos se preanuncia una Navidad de dolor, de luto, sin peregrinos, sin celebraciones. No queremos dejarlos solos”.
Llamado a la acción y a la reflexión
El Obispo de Roma reitera entonces este llamamiento, cuestionando a los millones de personas que siguen su perfil con estos 250 caracteres. Es un llamamiento a la acción, pero, al mismo tiempo, también una recomendación para que la Navidad, fiesta convertida «víctima de un modelo comercial y consumista» – como subrayó recientemente el Pontífice – no nos permita apartar la mirada de las tragedias que se consumen en el mundo.
Las palabras del último Ángelus
A partir de lo que estamos viviendo desde el 7 de octubre en la «Tierra donde Jesús nació, vivió, murió y resucitó», bañada por la sangre de «civiles desarmados… sometidos a bombardeos y fusilamientos», como dijo en el último ángelus del domingo 17 de diciembre, con un pensamiento por las dos mujeres – madre e hija, Naheda y Samar – que fueron asesinadas bajo el fuego de francotiradores israelíes en la parroquia latina de la Sagrada Familia en la ciudad de Gaza. “Alguien dice: ‘Es terrorismo, es guerra’”, afirmó el Papa desde la ventana del Palacio Apostólico, y añadió:
“Sí, es guerra, es terrorismo. Es por eso que las Escrituras afirman que ‘Dios hace cesar las guerras… Él rompe arcos y lanzas’. Oremos al Señor por la paz”.
Una esperanza, ésta de paz, que parece inalcanzable en este momento pero que sería el mayor regalo para una Navidad que promete ser, efectivamente, de «duelo» y de «dolor».