La Semana de oración por la unidad de los cristianos tiene lugar en el hemisferio norte del 18 al 25 de enero, mientras que en el hemisferio sur suele celebrarse en torno a Pentecostés. El tema, sin embargo, es común y este año se basa en el Evangelio de Lucas: «Amarás al Señor tu Dios… y al prójimo como a ti mismo»

Por Adriana Masotti – Vatican News

«Ama al Señor tu Dios… y ama a tu prójimo como a ti mismo». Estas palabras, pronunciadas por Jesús a un maestro de la Ley, seguidas de la parábola del buen Samaritano que explica quién es el prójimo, son el tema de la Semana de oración por la unidad de los cristianos de este año.

Los textos de los comentarios, las oraciones y las indicaciones sobre cómo vivir este momento fueron preparados por un Grupo ecuménico de Burkina Faso, coordinado por la Comunidad local Chemin Neuf. Vivir juntos esta experiencia, refirieron los miembros, fue un verdadero camino de conversión ecuménica que los llevó a reconocer que el amor de Cristo une a todos los cristianos y es más fuerte que sus divisiones.

Los cristianos de Burkina Faso

La convivencia social no es fácil en Burkina Faso, un país de África occidental habitado por veintiún millones de personas pertenecientes a unos sesenta grupos étnicos y donde cerca del 64% de la población es musulmana, el 9% se adhiere a religiones tradicionales africanas y el 26% es cristiana (20% católica y 6% protestante). Tras el grave atentado yihadista del 2016, las condiciones de seguridad y la cohesión social del país se deterioraron drásticamente.

La proliferación de atentados terroristas, la anarquía y el tráfico de personas han causado tres mil muertos y casi dos millones de desplazados internos. Además, se han cerrado miles de escuelas y centros de salud y se ha destruido gran parte de las infraestructuras socioeconómicas.

Las Iglesias cristianas, en particular, han sido objeto de ataques armados: sacerdotes, pastores y catequistas han sido asesinados, otros secuestrados. A causa del terrorismo, se han cerrado la mayoría de los lugares de culto cristianos en el norte, este y noroeste del país. Las celebraciones sólo son posibles en las grandes ciudades y bajo protección policial.

Esfuerzos por la reconciliación y la paz

En este contexto, a pesar de todo, crece una cierta solidaridad entre las religiones y sus líderes se esfuerzan por la reconciliación y la cohesión social. Un ejemplo es la Comisión para el diálogo cristiano-musulmán de la Conferencia episcopal de Burkina Faso-Níger, que está realizando un notable esfuerzo para promover el diálogo y la cooperación entre los diferentes grupos étnicos.

El amor al prójimo más allá de toda pertenencia, mandado por Jesús, se pone a prueba, pero el testimonio de los cristianos parece aún más necesario en ese país. Entre los cristianos de Burkina Faso existe un vivo deseo y conciencia de la necesidad, tal como se lee en el texto de presentación de la Semana, de redescubrir su unidad en Cristo, y las comunidades son conscientes de que las divisiones entre cristianos hieren no sólo a la Iglesia, sino también a Cristo, y por ello han tendido puentes comprometiéndose «irreversiblemente a recorrer el camino de la investigación ecuménica, escuchando así al Espíritu del Señor».

La propuesta de los textos para una celebración común

Tras el proceso de redacción inicial, un grupo internacional designado conjuntamente por la parte católica por el Dicasterio para la promoción de la unidad de los cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo ecuménico de las Iglesias se reunió en Roma en septiembre del 2022, para revisar y redactar, junto con el grupo de redacción local, el borrador final de los textos para la Semana de oración por la unidad de los cristianos de este año, ahora publicados y a disposición de los cristianos de todo el mundo.

En los textos se proponen ocho esquemas de celebración de la Palabra de Dios, destinados a favorecer la oración en común con los hermanos y hermanas de las distintas confesiones presentes en los diversos territorios.

Un camino nada fácil

Jesús rezó para que sus discípulos fueran todos uno, pero el camino no es fácil: «el desconocimiento mutuo entre las Iglesias – se lee en el texto preparado para la celebración de la Semana de oración por la unidad de los cristianos – y la sospecha recíproca debilitan el compromiso de emprender la vía ecuménica. Algunos pueden temer que el ecumenismo conduzca a una pérdida de identidad confesional e impida el ‘crecimiento’ de su Iglesia».

“Para recorrer el camino del ecumenismo se necesita confianza y esperanza. Y es necesario – prosigue el texto – que las Iglesias incluyan cada vez más iniciativas ecuménicas en sus planes pastorales y promuevan la formación ecuménica entre los agentes pastorales y todos los fieles. Una verdadera conversión espiritual, pastoral y eclesial, sin proselitismo, es esencial para un verdadero diálogo ecuménico. La unidad de los cristianos es una gracia que hay que pedir a Dios en la oración».

La búsqueda de la unidad: la oración es esencial

La fecha tradicional, con respecto al hemisferio norte, para la celebración de la Semana de oración por la unidad de los cristianos, del 18 al 25 de enero, fue propuesta en 1908 por el Padre Paul Wattson – que en esa fecha celebró por primera vez un «Octavario de oración por la unidad» en Graymoor (Nueva York) – porque caía entre la fiesta de la Cátedra de San Pedro y la de la Conversión de San Pablo y, por tanto, tiene un significado simbólico.

En 1935 fue el abad Paul Couturier, en Francia, quien promovió la «Semana universal de oración por la unidad de los cristianos», basada en la oración por «la unidad querida por Cristo». En 1964, en Jerusalén, el Papa Pablo VI y el Patriarca Atenágoras I rezaron juntos la oración de Jesús «para que todos sean uno» y, ese mismo año, el Decreto sobre el ecumenismo del Concilio Vaticano II subrayó que la oración es el alma del Movimiento ecuménico, alentando la celebración de la Semana.

En el 2021 el Papa Francisco invitó a todos los bautizados a emprender juntos un camino para construir una Iglesia sinodal, y en la Vigilia Ecuménica del 30 de septiembre, en vísperas de la primera fase de la XVI Asamblea del Sínodo de los Obispos, observó: «El silencio es esencial en el camino de la unidad de los cristianos. De hecho, es fundamental para la oración, de la que parte el ecumenismo y sin la cual es estéril».

Chemin Neuf: hagamos juntos todo lo que podamos

La comunidad católica Chemin Neuf, formada por laicos y religiosos, fue fundada en 1973 en Lyon (Francia) por el padre jesuita Laurent Fabre. Hoy cuenta con unos dos mil hermanos y hermanas en una treintena de países. Es una realidad eclesial con una fuerte vocación ecuménica.

«Nos atrevemos a creer en la unidad visible de la Iglesia – está escrito en sus Constituciones – y recibimos como misión trabajar por ella con todas nuestras fuerzas, teniendo el deseo de hacer nuestra la oración de Jesús, que es el primero que reza por la unidad». Fue precisamente el grupo local de Chemin Neuf el que apoyó a los cristianos de Burkina Faso en la preparación de los textos para la Semana de oración por la unidad de este año.

 


 

Por favor, síguenos y comparte: