El Papa se reúne con alumnos y profesores del Colegio Rotondi de Gorla Minore, la escuela parroquial católica más antigua de Italia y subraya a los jóvenes que, cuando es necesario, hay que saber cambiar y aceptar opiniones y modos de pensar distintos de los propios en todo lo que no sea esencial, y estar abiertos a la escucha y a la confrontación: «La ignorancia genera miedo y el miedo intolerancia».
Por Tiziana Campisi – Vatican News
Con la mente siempre abierta a la novedad: así se deben emprender las actividades escolares recomienda Francisco a los alumnos del Colegio Rotondi de Gorla Minore, la escuela parroquial católica más antigua de Italia, que este año celebra su 425 aniversario de fundación.
Saber cambiar permaneciendo fieles a la propia identidad
El Papa recibió en audiencia a alumnos, padres y profesores en el Aula Pablo VI y en su discurso recorrió la historia del Colegio que, permaneciendo «fiel a su tradición educativa, ha crecido a lo largo del tiempo, cambiando y adaptándose muchas veces a las necesidades de los distintos momentos históricos». Esto hace ver que «es necesario saber cambiar para permanecer fieles a la propia identidad y misión», subraya Francisco, que muestra a los jóvenes cómo relacionarse con el mundo.
Jóvenes, busquen la verdad en todo, sin dejarse condicionar por las modas del momento o por el pensamiento común, por los «like» o el consenso de los «followers». Éstas no son las cosas más importantes, es más, depender demasiado de ellas puede quitarnos la libertad. Pero, al mismo tiempo, no tengan miedo, cuando sea necesario, de cambiar y aceptar opiniones y modos de pensar distintos de los suyos en todo lo que no sea esencial: sean verdaderos amantes de la verdad y, por eso mismo, estén siempre abiertos a la escucha y a la confrontación.
Se estudia para crecer
La verdad hace libres, nos enseña Jesús, quien, recuerda el Papa, hablaba «a personas a las que les costaba aceptar su nuevo modo de leer las Escrituras, porque en realidad no las conocían lo suficiente y tenían miedo de cambiar sus propios esquemas». De ahí la invitación a dedicarse al estudio para progresar también en las relaciones con los demás.
La ignorancia engendra miedo y el miedo engendra intolerancia. No hagan así. Estudien haciendo «trabajo de equipo», juntos, ¡y siempre con alegría! El conocimiento crece compartiéndolo con los demás. Se estudia para crecer, y crecer significa madurar juntos, dialogando: dialogando con Dios, con los profesores y otros educadores, con los padres; dialogando entre ustedes y también con los que piensan diferente, para aprender siempre cosas nuevas y permitir a cada uno dar lo mejor de sí mismo.
Antes de despedirse, Francisco agradeció a todos su empeño en llevar adelante la comunidad educativa del Colegio y les exhortó a continuar por este camino, «conservando y actualizando la herencia» recibida.