La Conferencia Episcopal Mexicana agradece la oración, la solidaridad y las muestras de apoyo expresadas en favor de la salud y la integridad física del obispo emérito de Chilpancingo, Mons. Salvador Rangel Mendoza.
Una vez que Mons. Salvador Rangel tenga la capacidad de declarar, lo haremos de forma institucional y tengan la seguridad que eventualmente, según nuestra normativa canónica, se habrá de actuar en consecuencia.
Deploramos el uso de prejuicios y descalificaciones expresados en medios sociales, que solo contribuyen a enrarecer el ambiente en que está inmersa la sociedad mexicana, herida por la polarización extrema que no contribuye a hacer valer los más altos principios de convivencia que deseamos todos los mexicanos.