Por P. Fernando Pascual

En sus numerosas cartas, Pedro Mártir de Anglería (1457-1526) testimonia, entre otras cosas, las noticias que llegaban, casi como una tromba, a partir de los descubrimientos y de las conquistas en tierras de América.

En esas cartas se nota un continuo uso de expresiones como las siguientes: “Cuentan…” “Dicen…” “Los que vuelven de ese mundo desconocido hasta ahora, refieren…”

En una carta escrita el 9 de agosto de 1493, al recoger testimonios de Cristóbal Colón, se expresa así:

“Contaba [Colón] que a mano izquierda había innumerables islas. De las costas de esta tierra grande, advierten que desembocan en el mar ríos muy varios, estos fríos, aquellos muy calientes, la mayor parte dulces, otros de otro sabor; en la mayor parte de ellos encontró gran abundancia de peces, en otras partes muchas conchas de las cuales se arrancan las perlas. Dice que pasó por mares casi condensados de tortugas muy grandes; y que navegó por puntos vadeables, algunos más blancos que la leche, y por torrentes entre estrechas gargantas de las islas; y afirma que también por aguas turbias y cenagosas”.

En otras ocasiones, Pedro Mártir transmite las noticias sin señalar que refiere lo que otros dicen, pues es algo obvio.

¿En qué sentido este tipo de alusiones a lo que personas concretas afirman puede ser útil a un periodista de nuestros días?

En un sentido muy sencillo: pueden estimularle a no ofrecer las informaciones como si fueran hechos “seguros”, sino a referirlas simplemente como lo que otros afirman.

Así, por ejemplo, en vez de informar que un conductor borracho provocó un accidente en el que murieron tres personas, puede decir: “Según afirma la policía que acudió al lugar de los hechos, el conductor de uno de los coches estaba borracho”.

Parece un matiz sin importancia, pero que tiene dos funciones: primera, explicar a los lectores, oyentes o televidentes, que la información viene de una fuente concreta. Segunda, mostrar que el periodista refiere lo que “se dice” o “le dicen”, lo cual no siempre coincide con la verdad.

En un mundo donde corren miles de informaciones, algunas confusas, otras en las que verdades y errores se entremezclan, otras claramente falsas, ayudaría mucho que hubiera más periodistas que nos indicasen de dónde sale lo que nos ofrecen en una crónica de noticias.

De este modo, podríamos acceder a cada nuevo dato “noticioso” desde una perspectiva sencilla e importante: saber de quién viene ese dato que ahora un periodista, esperamos que con honestidad, nos ofrece como ayuda para conocer un poco mejor hechos relevantes para las personas y las comunidades.

 
Imagen de StockSnap en Pixabay


 

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