Por Rubicela Muñiz
Aún recuerdo cuando me tocó votar por primera vez. Era el año 2000 y probablemente ha sido la elección más importante en la historia de este país. Por fin, después de 70 años de un gobierno autoritario, llegó la alternancia a nivel federal y estatal.
Había algarabía, esperanza por un cambio, y los jóvenes estábamos emocionados por emitir nuestro voto. Seguimos por la televisión la jornada electoral y, tras el cierre de las casillas, la gente se mantuvo expectante mientras se realizaba el conteo de votos, al mismo tiempo que se informaba de resultados preliminares.
Ya eran más de las 8 de la noche del 2 de julio del año 2000, atrás habían quedado las campañas de dimes y diretes entre los candidatos, y el electorado solo esperaba las “buenas noticias”. Afuera de la escuela primaria donde se realizaba el conteo estaba lleno de vecinos impacientes por ver las listas con los resultados finales.
Cuando estas fueron expuestas, todos quedamos contentos, incluso alguien derramó lágrimas. De verdad queríamos un cambio. En la televisión seguían reportando resultados y ya no había duda: la alternancia había conseguido la victoria.
Al siguiente día en la clase de siete de la mañana el maestro, visiblemente desvelado y emocionado, caminaba de un lado a otro llevándose las manos a la cara para cubrir su boca y lanzar suspiros como si estuviera pensando las palabras apropiadas. Después de un rato comenzó con un discurso emotivo sobre la importancia de un cambio en el país y nos felicitó por haber participado en la elección. Ya lo que pasó después con el gobierno de alternancia es otra historia…
Hoy el panorama es muy distinto, pero no menos importante. Los jóvenes, invadidos de información por los medios digitales, tienen alternativas y no deben tomar con ligereza la jornada electoral.
Antes de acudir a las urnas y vivir su propia experiencia, deben tener en cuenta lo siguiente:
* Infórmate de las propuestas de cada candidato para discernir cuál les parece más pertinente, justa y conveniente para la situación en que vivimos.
* Sólo tacha una casilla, la del partido que más te atrajo de acuerdo a tu preferencia. Eso, en el caso de diputados y senadores, le contará a ese partido para la elección de 200 diputados y 32 senadores “plurinominales” o de representación proporcional, y fortalecerás indirectamente a ese partido. Lo mismo ocurre con los diputados locales: votar por un partido le proporcionará una cantidad adicional de diputados plurinominales.
* No anules tu voto. Los votos se anulan si dejas la boleta en blanco, o si tachas varias casillas que no están en coalición, o cuando tachas la boleta entera, o cuando escribes recaditos, quejas, etc.
* Influye en tu familia y grupo de amigos para que ellos, a su vez, se informen, conozcan, ponderen, y realicen un voto responsable y razonado.
* Ve a votar el día de la elección. Te gustará la experiencia. Cuando se hace con responsabilidad, cuando te has informado y lo has hecho bien, votar te hace sentir creador del futuro de tu país, y eso da mucho orgullo.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 26 de mayo de 2024 No. 1507