Redacción

Se aproxima la elección y, ¿aún no has determinado una postura o decisión para tu voto? ¿El escenario es confuso y en algunos momentos te abruma el poder elegir un candidato o candidata? ¿Sientes que la elección no es tan importante para tu vida o para la de aquellos que te rodean? ¿Te genera estrés una posición frente a los escenarios electorales o consideras que votar no es necesario o indispensable? Puede que estés tomando decisiones de manera emocional.

¿Qué significa esto? Las emociones se han apoderado de tu aparato crítico y de tu pensamiento racional, esas emociones influyen al momento de votar, es lo que la neurociencia llama la lucha del voto emocional frente al voto racional, un momento en que podemos aceptar nuestras decisiones sin reflexionar o arrepentirnos de nuestras elecciones después de hacerlas. El 90% de nuestras decisiones son no pensadas o racionalizadas, generalmente son rápidas e impulsivas, entonces, ¿podemos llegar al día de la elección así? Aquí te dejamos algunas formas de analizar tu voto antes de la elección.

TOMA UNA PAUSA PARA DECIDIR

Estamos rodeados de la maquinaria de comunicación y propaganda política, afiches, mítines, debates, encuestas, bardas pintadas, perifoneos, redes sociales, noticias falsas, es parte de la estrategia política. Todos estos elementos tienen un rol fundamental al momento de decidir por quién votar y generalmente no ayudan mucho a la racionalización del voto, sino que nos inundan de reacciones emocionales impensadas. En diferentes estudios sobre el comportamiento del electorado se ha descubierto que tomar una pausa para decidir, comparando racionalmente las posturas y no los impulsos de creencias, el 76% del electorado vota convencido y no inducido. Por lo tanto, este próximo 2 de junio toma una pausa, reflexiona, juzga y evalúa tu voto.

MODERA LAS PASIONES Y LOS AFECTOS

La reacción emocional es natural en todo ser humano, es algo que se produce de forma inconsciente y fuera de la razón; sin embargo, la inteligencia emocional ha logrado desarrollar un mecanismo de moderación y gestión para que estas emociones no nublen la razón. ¿Qué debemos poner en marcha para no votar guiados por la emoción? Una de las mejores formas es comparar la información que tenemos de los candidatos de forma consciente, procesar las afirmaciones sin que intervengan las emociones. El 70% de nuestras respuestas son rápidas y generalmente están influenciadas por alguien cercano. En un proceso electoral siempre debemos buscar un equilibrio, las experiencias y creencias de los votantes pueden ayudar a generar un voto racional y crítico, siempre y cuando los votantes no estén dominados por el deseo de confrontación o imposición.

JUICIOS RAZONADOS

Un juicio razonado le permite al elector activar su sistema de vigilancia, es decir, busca informarse sobre los candidatos, las propuestas y la forma en cómo resolverán las problemáticas de un país, al contar con este panorama se toma una decisión racional, y puede votar más convencido y con lo que se denomina conciencia emocional. En el juicio razonado las emociones también están presentes, pero de una forma equilibrada. El votante decide claramente y siente tranquilidad de su elección, así como satisfacción.

LA TRAMPA DE LA INTELIGENCIA

A pesar de que un voto razonado es más claro y coherente también debemos aprender a tener cuidado de lo que la ciencia llama la “trampa de la inteligencia”, ya que guiados bajo el imperio de la razón se desata el dominio y el control como una forma de auto imposición de la realidad. Debemos de evitar caer en la autorreferencia, puesto que el escenario electoral de este 2024 es muy complejo y los juegos mediáticos han creado fenómenos emocionales. La tragedia, el enojo, la culpabilización son emociones que han alimentado los procesos electorales, pero también la rigidez; el rechazo al diálogo son trampas de la razón y complican la toma de decisiones, así que huye de esas posturas.

ALGUNOS CONSEJOS PARA IR A VOTAR:

  • Toma en cuenta tu sentido común y de percepción.
  • Realiza un diálogo interno y con tu familia.
  • Observa tus valores y principios morales, ¿coinciden con tu decisión?
  • Observa a distancia las opiniones y evalúalas.
  • Reconoce que no existe una fórmula para predecir el futuro, no hay resultados antes de la elección.
  • Acude motivado y alegre a ejercer tu derecho al voto.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 26 de mayo de 2024 No. 1507

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