Por Mary Velázquez Dorantes
El periodo apostólico del cristianismo comienza cuando Jesús decide elegir a doce apóstoles, doce personas que lo siguieron, en algunos momentos con gran ímpetu y en algunos otros en silencio, de acuerdo con los historiadores. Durante la primera etapa de la era cristiana la historia manifiesta que el Imperio Romano era una familia de naciones con un idioma en común, bajo la custodia de un solo gobierno desde Britania hasta África. El horizonte para los doce apóstoles era un enorme escenario, pero cada uno tomó con seriedad la misión de Jesús y salieron a evangelizar a las naciones con el mensaje: “En toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. Pero, ¿quiénes eran ellos?, ¿Cómo es que fueron elegidos? ¿Qué vio Jesús en cada uno de ellos? En esta edición abordaremos la historiografía de la elección de éstos doce apóstoles y su papel en este periodo.
LA FIGURA DE LOS DOCE
No es que eligió a doce, sino que estableció a doce, y fueron conocidos como los doce apóstoles. El número doce es simbólico y hace referencia al número de los hijos de Jacob, de donde se derivan las doce tribus que constituían la totalidad de Israel. Más adelante se explica en el evangelio de Mateo y Lucas que los doce se sentarán sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus. Y en el libro del Apocalipsis aparece nuevamente la figura de los doce como cimientos de la Nueva Jerusalén. La figura de cada uno de ellos era ser los testigos de las enseñanzas de Jesús, pero sobre todo de la Resurrección.
HOMBRES COMUNES QUE RESPONDIERON AL LLAMADO
Jesús se hizo popular en Galilea, su mensaje impactaba a toda la zona, pero hizo un llamado a doce hombres comunes. Los seleccionó personalmente. El proceso fue en varias etapas: Andrés, Juan, Pedro, Felipe y Natanael fueron los discípulos del primer encuentro, luego fue Juan y los otros. El llamado nació desde la conversión, fueron llamados para la salvación. Fueron hombres que respondieron al llamado con obediencia y vieron en Jesús a su Maestro. La segunda etapa es sobre el ministerio que debían realizar y la tercera fase es la misión del apostolado que comienza como un internado, pero al mismo tiempo los va enviando de dos en dos a salir. Jesús los organizó en pares para que pudieran darse apoyo mutuo. Simón, llamado Pedro, aparece como apóstol que recibe el llamado en primer lugar y se destacó como líder entre los apóstoles. Jesús escogió a los doce a pesar de tener diversos antecedentes, diferentes temperamentos y disposiciones, porque como dice en el libro de los Hechos “Juntos trastornaron al mundo entero”.
EL CONTEXTO Y SU PROPÓSITO
Los doce discípulos eran de la región de Galilea, excepto Judas Iscariote que era de Judea. Eran desde pescadores hasta recaudadores de impuestos y algunos estaban casados. Su instrucción y sus conversaciones con Jesús le dieron forma a la iglesia cristiana primitiva. Jesús le dice a cada uno de ellos “Sígueme”, y aquí es donde se reviste el sentido vocacional y apostólico, bajo un contexto de normalidad cotidiana. Ellos interesados en el llamado comienzan a identificar el carácter de su Maestro, es una llamada personal, fuera de las multitudes y los grupos, pero este llamado no fue para el resultado final, sino que fue imprevisible y de sorpresa. Estaban llenos de defectos y debilidades y fueron bautizados. Los doce caminaban y viajaban con Jesús, eran sus amigos, se equivocaban en algunas ocasiones al tomar decisiones, pero amaban profundamente a Jesús. Fueron los testigos de la Resurrección y la Ascensión de Jesús al Cielo.
DESPUÉS DE LA RESURRECCIÓN
La culpa por la muerte de Jesús estaba presente en la conciencia política y pública. Los primeros en arrepentirse de esta culpa fueron los doce apóstoles y con ello comenzó la floreciente iglesia primitiva después de la Resurrección. Las autoridades tomaron medidas para desanimar a los apóstoles, pero nada los detenían. Bajo este contexto la nación de Israel no está dispuesta a aceptar que Jesús era el Cristo, por lo tanto, los doce apóstoles comenzaron a expandirse para dar a conocer el mensaje del Cristo vivo y resucitado. Fue un mensaje universal orientado para judíos como a gentiles. Caminaron bajo el mensaje de Jesús sin ser conscientes de su trascendencia histórica. En un primer momento no podían ir al norte de Siria y se enfrentaron a los prejuicios entre los judíos y samaritanos. Salieron por todo el mundo sin ropa y calzado adicional, llevaban un bordón como símbolo del caminar. El ambiente era hostil y pareciera que las circunstancias los harían a huir de la misión.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 23 de junio de 2024 No. 1511