Por Mary Velázquez Dorantes
La llegada de las mujeres al poder en los distintos niveles de gobierno es una clara muestra de éxito que han alcanzado. A nivel mundial 9 de cada 10 jefaturas de Estado están encabezadas por hombres, y a partir de este 2024 México se suma a las naciones lideradas por una mujer, además de sumar 13 gobernadoras a nivel nacional. De acuerdo con los últimos resultados del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) el 43% de las mujeres tienen un mayor número de participación en el mercado laboral frente a un 41% de los hombres, lo que las convierte en dirigentes con mayor disciplina, constancia y tenacidad. Además, los gobiernos que han sido dirigidos por mujeres en diferentes estados del país han generado menor informalidad en los estándares de calidad de vida y mayor interés por proporcionar mejor atención médica a la ciudadanía. Este año la gobernabilidad y la participación política para los mexicanos ha sido un provocador resultado, puesto que la vida política dio un giro inesperado, y ahora las funciones administrativas, financieras y sociales serán realizadas por mujeres.
MUJERES Y PODER
Los resultados demuestran que los gobiernos liderados por mujeres generan mayor participación laboral para ellas mismas, rompiendo con la brecha de ingresos por género. En promedio, por cada 100 pesos que gana un hombre, una mujer gana 86 pesos cuando hay una gobernadora y 83 cuando hay un gobernador. Las variables demuestran que las mujeres presentan mayor grado de experiencia, educación y mejor manejo del contexto sociopolítico para impactar directamente en un mejor gobierno. Por otro lado, las mujeres cuya participación política es de bajo perfil, como las regidoras de ayuntamientos, son más activas para las comisiones de asistencia social y cultura, generando mayores resultados que aquellos regidores masculinos. Dentro de los municipios la equidad de género ha resultado un desafío mayor, sin embargo, en menos de 10 años el quehacer político de las mujeres ha incrementado, tomando roles activos en áreas como ecología, obras públicas y educación.
PARTICIPACIÓN Y DECISIÓN POLÍTICA
En este 2024 se incrementó la participación política de las mujeres, desde la militancia partidista hasta el número de mujeres que aparecieron en la boleta electoral. La edad promedio de las mujeres que serán alcaldes en el país es de 43 años, mientras que las mujeres que serán regidoras su edad promedio es 38 a 39 años. La mayoría de ellas cuentan con una formación profesional y siguen deseosas de la superación personal. Los problemas que más les preocupan para tomar decisiones políticas son la falta de oportunidades para el empleo, la desintegración familiar, el maltrato a las mujeres y los niños, y los problemas ocasionados por drogas y alcoholismo, esto como resultado de un proceso social donde la mayoría de las que compitieron por un puesto político sufrieron ataques a su vida personal derivados de estas problemáticas.
UNA VENTANA DE OPORTUNIDAD
A lo largo de dos décadas, entre 1986- 2006, el porcentaje de mujeres que han gobernado dentro del país aumentó en un 3.8%. Para el proceso electoral del 2024 la participación de las mujeres se triplicó, generando una nueva ventana de oportunidad para que la política sea un espacio en donde las mujeres puedan tomar decisiones. El triunfo de una mujer por la Presidencia de la República logró que una mayor participación y la elección de alcaldesas, diputadas locales y federales, además que dentro de los municipios los síndicos serán mujeres. Este ha sido el gran puente del poder femenino en el arte de gobernar. El paradigma social fue desmitificado colocando una alta participación de mujeres mexicanas en la política del país, generando un gran cambio cultural que contribuye a nuevos horizontes para la sociedad mexicana. El tema de las mujeres en la agenda del gobierno mexicano ahora es un tema liderado por ellas, lo que las convierte en constructoras de un quehacer con propuestas para incrementar su presencia en los ámbitos del poder político.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 7 de julio de 2024 No. 1513
