Redacción
Aquel histórico día, el 16 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo tomó un estandarte con la imagen de la Guadalupana, en Atotonilco, Guanajuato. Los registros históricos señalan que alrededor de las 7:30 de la mañana, Miguel Hidalgo había liberado a los presos, aprendido a los españoles y en su grito expresó: ‘¡Únanse conmigo! ¡Ayúdenme a defender la patria! Los gachupines quieren entregarla a los impíos franceses. Alrededor de las once de la mañana más de setecientas personas salieron de Dolores, el camino lo encabezaba Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y Juan Aldama, el cura porta la imagen de la Guadalupana hasta llegar a Atotonilco. Se trataba de una imagen sencilla, frágil y de sumo cuidado. Este hecho fue testigo de un símbolo para una nación, ha sido el centro de los pasajes históricos más narrados. Se transformó en un símbolo mariano y patriótico de alto impacto, que inspiró a los insurgentes y al pueblo mexicano reclamar su independencia.
EL ESTÁNDAR GUADALUPANO REFLEJA:
- La iconografía nacional
- Unifica la patria libre bajo la fe
- Integra los valores del pueblo como una nueva nación independiente.
Jacinto Barrera Bassols, señala en su libro Pesquisas sobre un estandarte. Historia de un museo que la pintura corresponde a un pintor facultativo de la Academia de San Carlos, Andrés López, en 1805.
El Santuario de Atotonilco sigue siendo el lugar histórico donde se tomó el estandarte del ejército insurgente, incluso existe una copia de este. El Santuario se encuentra ubicado entre los municipios de San Miguel de Allende y Dolores Hidalgo.
En el mismo Santuario de Atotonilco el cura Hidalgo desempeño su vocación sacerdotal. Una versión de la historia dice que el Padre de la patria tomó el estandarte del Santuario de Jesús de Nazareno.
La Virgen de Guadalupe es la imagen que enarboló el movimiento de Independencia, los historiadores afirmaron que ese estandarte salió de la sacristía de Atotonilco, y provocó un gran entusiasmo sobre el pueblo al ser amada y venerada por todas las castas del México independiente. Fue así como el lábaro patrio caracterizó al ejército insurgente.
En la mayoría de las expresiones artísticas que reflejan el movimiento de Independencia, el cura Hidalgo se representa junto a la imagen de la Virgen de Guadalupe, considerada hasta hoy como Reina y Patrona de México.
LA HISTORIA DE DOS ESTANDARTES:
Los historiadores señalan que existen dos estandartes que han sido identificados
con la misma palabra y bajo la misma misión:
Estándar de Hidalgo
- No tiene adornos
- Es un lienzo de 183 cm de alto por 113 cm de ancho
- La tela de lino está montada sobre una tela de algodón.
Al reverso tiene una inscripción que dice:
Esta imagen fue el Estandarte con que proclamó la Independencia en el año de 1810 el señor Cura Hidalgo. Se colocó en esta Parroquia el 12 de diciembre de 1853 con la mayor solemnidad, con la asistencia del señor Arzobispo Doctor Don Lázaro de la garza, el presidente de la República Don Antonio López de Santa Anna, los Señores Ministros, el Cabildo de esta Colegiata y con religiosos y corporaciones. La repuso (por estar muy maltratada) el Señor Bachiller Marcelo Orihuela Mayordomo de las limosnas que se colectan para el culto de María santísima de Guadalupe el 20 de enero de 1858.
Blasón de Hidalgo
- El llamado Blasón de Hidalgo es un estandarte de 84 cm de ancho por 138 cm de largo.
- Es una tela de algodón.
- Al centro está la imagen de la Virgen de Guadalupe que se encuentra coronada.
- Tiene una inscripción en latín que dice: “Viva María Santísima de Guadalupe”.
- En la parte inferior de la inscripción están dos ramos de rosas.
- Cuenta con el escudo de la provincia franciscana San Pedro y San Pablo en Michoacán.
- Es una pieza expuesta en la sala de banderas del Museo Nacional de Historia.
Años después la imagen de la Virgen de Guadalupe también se usó por el Ejército Zapatista durante la Revolución Mexicana de 1910, y años después en la Guerra Cristera en los años 1926-1929.
Este estándar se encuentra en el Salón de Banderas del Museo Nacional de Historia del INAH.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 15 de septiembre de 2024 No. 1523
