La fe del pueblo mexicano comprende los caminos de la evangelización, los templos y catedrales que añaden al fervor popular un valor espiritual inmenso. Los santuarios y basílicas permiten encontrarse con el rostro de los milagros, las ofrendas de los fieles, los caminos de los santos, entre los que se incluyen San Junípero en Querétaro y San Juan Diego, este último cuya ruta pasa por las delegaciones del Estado de México, incluyendo su casa en Cuautitlán, la Iglesia Pirámide de Santa Cecilia, el Acueducto de Guadalupe, Tlatelolco y el Cerro del Tepeyac. Aunado a esto también existen los caminos y rutas de los Conventos, un legado de la evangelización colonial de la Compañía de Jesús, que comprende los conventos en los estados de Guanajuato, Yucatán, Puebla, Hidalgo y Morelos. La mayoría de ellos fueron construidos en el siglo XVI, se trata de los primeros monasterios que retratan la la evangelización en América por parte de los misioneros Franciscanos, Dominicos y Agustinos.

Ruta dominica

Oaxaca fue el centro medular para el papel de la evangelización de los misioneros Dominicos. Los frailes de esta orden construyeron varios complejos en la mixteca, en las localidades de Asunción Nochixtlán, Tlaxiaco, Tamazulapam del Progreso, Yanhuitlán, Coixtlahuaca, y Teposcolula. Los Dominicos llegaron en 1526 y fundaron los monasterios de Oaxtepec, Tepoztlán, Tetela del Volcán y Hueyapan. Desde estas edificaciones los religiosos salían directamente a las doctrinas, estaciones de misión establecidas en pueblos vecinos y localidades alejadas, en ellas se puede encontrar arte sacro, retablos y claustros que narran la forma en cómo la evangelización se iba desarrollando en nuestro país.

Ruta agustina

La ruta Agustina esta por convertirse, en el estado de Hidalgo, en un modelo como la ruta de Fray Junípero Serra, puesto que es la huella del paso de los misioneros de esta orden que llegaron en 1533. Este camino contempla el conocimiento de los ex conventos que se encuentran en Actopan, Epazoyucan, Tepeapulco y Zempoala.  Destacando el Exconvento Agustino de San Nicolás Tolentino, el Exconvento Agustino de San Nicolás Tolentino, el Exconvento de San Francisco de Asís y el Exconvento de Todos los Santos. Por otro lado, también está la ruta del sur del país, donde los dominicos edificaron, en 1546, en Zinacantán.

Dentro de estas tres rutas podemos encontrarnos que los conventos y monasterios conservar muchas expresión del fervor católico, se han convertido en circuitos religiosos para peregrinos católicos. Algunos incluyen la ruta católica y otros la ruta cristera. Muchos son centros de veneración y algunos hablan del papel de las misiones. Otros por su parte reflejan las fechas especiales para las celebraciones del calendario litúrgico, así como la huella profunda de la evangelización.

Ruta franciscana

Los misioneros franciscanos se establecieron en Hidalgo, Puebla, Michoacán y Yucatán. Sus primeros monasterios fueron: el Convento de San Mateo Apóstol, en Atlatlahucan; Ex convento de la Asunción, en Cuernavaca (actual Catedral de Cuernavaca); Convento de Santo Domingo de Guzmán, en Hueyapan; Convento de Santiago Apóstol, en Ocuituco; Convento de Santo Domingo, en Oaxtepec; Convento de la Natividad o de la Anunciación, en Tepoztlán; Convento de Santo Domingo de Guzmán, en Tetela del Volcán; Convento de San Juan Bautista, en Tlayacapan.

Estos primeros conventos y monasterios sirvieron más tarde como base para las misiones en Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Guatemala.

Hidalgo

En Actopan, se visita el Exconvento Agustino de San Nicolás Tolentino, cuya construcción se atribuye a fray Andrés de la Mata en el año 1546.

Oaxaca

En 1526 inició la tarea evangelizadora por parte de los Dominicos que se extendieron por lo que ahora es el estado de Oaxaca, llegando a la Mixteca Alta en 1529, estableciéndose en la zona de Yanhuitlán, donde se construyó el imponente templo y convento de Santo Domingo hacia 1570.

Morelos

Ex Convento de Tepoztlán, es un edificio histórico representativo de la arquitectura religiosa en Nueva España. Fue construido por los indígenas tepoztecos entre 1555 a 1580, dedicado a la Virgen de la Natividad.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 8 de septiembre de 2024 No. 1522

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