Por Brenda Montemayor

Hoy quiero hablar de algo que es muy descartado en la familia, me refiero a la salud mental. En los años que he trabajado para la familia he podido percibir que es un componente esencial para el bienestar de cada uno de sus integrantes.

Todas las personas debemos trabajar en ello desde casa para crear un ambiente saludable y armonioso para todos sus miembros.

(Personalmente alguien que me ha acompañado en este tema de la salud mental es María Desatanudos, ella ha sido clave para mi sanación física, espiritual y mental).

Creo importante una formación particular en los novios que deciden casarse, porque a veces sucede que, aun cuando se tienen estas problemáticas se descartan, al tener una mala idea de la salud mental.

Hay que tomar en cuenta algunos puntos relevantes para tener y promover una verdadera salud mental, así como propiciar un buen ambiente familiar:

  • Comunicación Abierta: Hablar abiertamente sobre nuestras emociones y preocupaciones fortalece los lazos familiares. Es importante generar un ambiente sin temor para expresar sentimientos y escuchar con empatía a los demás.
  • Tiempo de Calidad: Dedicar un tiempo a actividades en familia que fomenten la unión y el disfrute mutuo. Ya sea jugando, viendo una película o simplemente conversando, estos momentos son muy valiosos.
  • Apoyo Mutuo: Reconocer y valora los esfuerzos de cada miembro de la familia. La validación y admiración es tan relevante para brindar apoyo emocional puede hacer una gran diferencia en cómo nos enfrentamos a los desafíos diarios.
  • Crear Rutinas Saludables: Establecer horarios regulares para comidas, sueño y actividades recreativas ayuda a mantener un equilibrio emocional y físico.
  • Fomentar el Autocuidado: Cada miembro de la familia debe tener tiempo para sí mismo. Fomentar hobbies, ejercicio y momentos de relajación personal es fundamental para la salud mental.
  • Buscar Ayuda Profesional: Si algún miembro de la familia está pasando por un momento difícil, no dudes en buscar la ayuda de un profesional. La terapia familiar puede ser una excelente herramienta para resolver conflictos y mejorar la comunicación.

Un ejemplo grande para mi es San Juan Pablo II. En su encíclica « El evangelio de la vida: La familia como Santuario de la Vida » la familia es vista como el primer lugar donde se debe enseñar y proteger la vida, es entonces primordial considerar la salud mental como columna vertebral.

Parafraseando a JP II:

«El cuidado de la salud, especialmente en lo que respecta a las enfermedades mentales, no debe ser sólo una cuestión médica, sino también una cuestión de dignidad humana y de atención pastoral. La Iglesia, con su mensaje de esperanza y amor, tiene un papel crucial en apoyar a aquellos que sufren».

No debemos tener miedo de hablar de salud mental, no debemos tener miedo cuando alguien de nuestra familia externa una necesidad psicológica. Debemos ser red de apoyo y contención.

Recordemos que una familia unida y saludable mentalmente es una base sólida para el desarrollo y el bienestar de todos sus integrantes. ¡Cuidemos nuestra salud mental y la de nuestros seres queridos!

www.elarbolmenta.com

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 1 de septiembre de 2024 No. 1521

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