Redacción

Durante el mes de octubre la Iglesia Católica celebra las misiones porque fue en este tiempo cuando se descubrió el continente americano y, con ello, se trazó una página asombrosa en la historia de la evangelización. Este es un mes de misiones universales, donde se ora por las vocaciones y los misioneros que llevan el Evangelio a los lugares más remotos.

Sin embargo, ¿tengo que ser misionero en lugar lejano? ¿Puedo ser misionero sin tener una vocación religiosa? ¿Cómo puedo ejecutar mi alma misionera en casa? Todo ello se puede, no es necesario recorrer rutas largas o ir a extraños lugares para llevar el mensaje de Jesús. Puedes comenzar en tu casa, tu comunidad, o tu barrio.

Santa Teresa es un ejemplo de ser misionera en el lugar donde se radica. A través de sus textos, oraciones y vida santa logro llevar el misionado y fortalecerlo. Aquí te dejamos algunas formas de misionar desde casa:

SÉ COLABORADOR

Un misionero católico tiene como objetivo llevar a Dios en todo. Es una persona que colabora con los demás, ayuda de forma desinteresada y es útil desde su fe. Así que, ayudar a los demás con sus tareas, quehaceres y metas en la vida es una forma de ser un misionero. Por ello, siempre que puedas, brinda tu tiempo, sé generoso y comparte los alimentos; vincúlate con algunas tareas en equipo comunitario, ofrece un apoyo desinteresado, facilita las tareas del hogar; no pongas límites emocionales a los demás y aprende a escuchar. Colabora de tal manera que día con día des alegría a quienes te rodean.

CATEQUIZA A LOS NIÑOS Y ANCIANOS

Si tienes niños y adultos mayores a tu alrededor, puedes compartir con ellos las enseñanzas del Evangelio, brindar un tiempo a la semana para conversar, hacer algunas actividades juntos, leer un pasaje bíblico y, sobre todo, llevar una buena nueva a sus corazones. Los niños y los ancianos tienen algo en común: un corazón sincero. Puedes ver una película con ellos, jugar, hacer mesas de diálogo; pregúntales sobre Jesús, María, el Espíritu Santo; haz trivias de conocimiento, regala un caramelo cuando acierten a las preguntas. Esto es hacer catequesis.

USA LAS REDES SOCIALES

Los misioneros recorren grandes caminos y distancias para llevar el Evangelio, pero ahora podemos ayudar a misionar desde nuestras redes sociales: comparte desde tus plataformas digitales un modelo de espiritualidad, algunos ejercicios, por ejemplo, los de san Ignacio de Loyola. Comparte contenidos de calidad, frases bíblicas, apostolados, enseñanzas de los santos, de tal forma que el universo digital deje a un lado los contenidos basura y se vuelva un ambiente más generoso en fe y armonía religiosa.

ACEPTA LAS RESPONSABILIDADES

En la vida todos tenemos responsabilidades y el alma misionera sabe reconocerlas y aceptarlas. Es una tarea importante, porque así se fortalece el carácter y la voluntad. Desarrollar esta actitud en tu hogar, en tu trabajo, con la familia, en la escuela, es un paso importante para misionar con el ejemplo. Un misionero tiene disponibilidad, compromiso y, cuando se enfrenta a las dificultades, también reconoce sus retos, sus debilidades, pero no renuncia a ellos solo porque el horizonte parezca complicado. Examina tu comportamiento para con los demás y descubre que misionar es una invitación de interés y paciencia con todo lo que nos rodea.

ACTITUDES MISIONERAS:

  • Saluda y se cortés con los demás.
  • Motiva a los otros amablemente.
  • Dialoga, escucha y observa los escenarios.
  • Participa del evangelio.
  • Se amable, sencillo y cordial.
  • Se generoso, valiente y dedicado con las metas.
  • Invita a los otros a unirse a la misión.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 20 de octubre de 2024 No. 1528

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