La Fiscalía General del Estado de Chiapas detuvo al presunto homicida del padre Marcelo Pérez, cuyas exequias se llevaron a cabo en medio de una multitud que clama justicia por su trágica muerte.
Por Ariana Pernía Paolini – Vatican News
Mientras unas dos mil personas le daban el último adiós, este martes 22 de octubre, al sacerdote tsotsil y defensor de la paz, Marcelo Pérez, en Chiapas, México, durante una celebración eucarística de cuerpo presente, organizaciones religiosas y de derechos humanos exigieron justicia y llamaron a las autoridades a actuar con transparencia ante el violento hecho.
El padre Marcelo Pérez, reconocido en la región por su papel en la denuncia del crimen organizado y mediador en el conflicto armado que ha azotado a Chiapas durante tres años, fue asesinado a tiros mientras se dirigía al templo de Guadalupe este domingo. Frente al brutal suceso, la Academia de Líderes Católicos hizo manifiesto su dolor y consternación y condenó “enérgicamente el cobarde asesinato” del exalumno de la institución.
La academia reconoció que el “acto atroz”, no sólo “ha arrebatado la vida de un hombre dedicado a la fe y al servicio de su comunidad, sino que también ha herido profundamente el corazón de todos los que creemos en la dignidad humana y en la paz”; por ello, exigieron a las autoridades que realicen una investigación transparente y exhaustiva “que conduzca a una justicia pronta y expedita”. En este sentido, consideraron necesario que se identifiquen a los autores materiales, intelectuales y al móvil del crimen, para que permitir que lo ocurrido no permanezca impune.
Del mismo modo, la Compañía de Jesús a la cual pertenecía el presbítero, condenó el homicidio y aseguró que el padre Marcelo “ha sido un símbolo de resistencia y acompañamiento para las comunidades de Chiapas durante décadas, defendiendo la dignidad, los derechos de los pueblos y la construcción de una paz verdadera. Su compromiso con la justicia y la solidaridad lo convirtió en un referente para quienes anhelan un futuro sin violencia ni opresión”.
A este respecto, los jesuitas aseguraron que “el crimen organizado ha sembrado miedo y dolor en diversas regiones del país, y Chiapas no es la excepción… Esta región sufre no solo asesinatos, sino también reclutamiento forzado, secuestros, amenazas y el saqueo de sus recursos naturales”, por tal motivo, rechazaron “cualquier intento de minimizar estos hechos como casos aislados”.
Detención del presunto homicida
El gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, aseguró, a través de su cuenta de X (Twitter), que fue detenido “el autor material de la muerte del Padre Marcelo”; en lo tocante a la detención, la Fiscalía General del Estado de Chiapas aseveró que, tras conocer sobre el homicidio, “se abocó a realizar las investigaciones correspondientes para dar con el paradero de él o los probables responsables, por lo que se practicaron protocolos y técnicas de investigación consistentes en rastreos de cámaras de seguridad de C5, trabajos del área de inteligencia y de investigación de campo”.
El ente judicial aclaró que “cumplimentó orden de aprehensión en contra de Edgar ‘N’”, a quien señalan como el presunto responsable del asesinato del presbítero; a tal respecto, aseguró que el imputado “fue puesto a disposición del órgano jurisdiccional” y “será la Fiscalía General de la República, la instancia que estará conociendo del tema”.
En tanto se llevaban a cabo las investigaciones en torno a los implicados en el crimen, los mexicanos se dieron cita en el pueblo natal del padre Marcelo, San Andrés Larráinzar, para poder despedir, al grito de “¡Justicia para Marcelo!”, al sacerdote de 50 años que entregó su servicio religioso a la lucha por la paz y la defensa de los derechos humanos.
