El primer material de ayuda llegó a la montaña

Redacción

A principios de octubre publicamos la historia de cómo los niños que viven en las montañas del municipio de Cochoapa el Grande, Guerrero, en la comunidad de Arroyo Prieto, abandonan la escuela por falta de recursos para adquirir material escolar.

Y es que, a este municipio, considerado el más pobre de México, llegó el padre Christopher Hartley, un misionero incansable y comprometido a marcar diferencia al no solo llevar el Evangelio sino también a buscar la manera de ayudar a mejorar las condiciones de vida de los pobladores a través de campañas y donativos.

Esta vez la campaña, a la que se sumó El Observador, está centrada en recolectar material escolar como libretas, colores, lápices, hojas blancas y de color, libros de cuentos, mochilas, zapatos, bancas o mesas, y todo aquello que pueda servir en el aula o aulas improvisadas que muchas veces montan los maestros.

Semanas después del lanzamiento de la campaña que contiene la lista de necesidades y los datos para hacer donativos y envíos, el padre Christopher nos hizo llegar imágenes de niños felices que ya comenzaron a recibir material. La campaña aún no termina, ya que son 90 los pueblos que se atienden, pero se encuentra muy agradecido por la respuesta de la gente.

El trabajo del padre Christopher Hartley no solo ha dado frutos en México, sino también en lugares como República Dominicana, Etiopía y Sudán del Sur. Respaldado por la Fundación Misión de la Misericordia, ha tocado innumerables vidas y ha dejado un legado de amor, esperanza y servicio en las regiones más desfavorecidas. Su historia es un recordatorio inspirador de la importancia de vivir en servicio a los demás y de la profunda transformación que la fe y la caridad pueden llevar a cabo en el mundo.