Nuestros hermanos migrantes son un reflejo de Dios, en ellos podemos ver el rostro sufriente de Cristo que pide ser acogido, servido y consolado.
Los obispos de México nos unimos a los esfuerzos que la Pastoral de la Movilidad Humana está haciendo para ofrecer un trato digno a nuestros connacionales que están siendo expulsados por el gobierno federal de los Estados Unidos. Invitamos a todas las diócesis e instituciones sociales a ser solidarios en estos momentos. Ofrecemos este mapa con los lugares dispuestos para apoyar a nuestros hermanos migrantes.
Comunicado
En medio de un crudo invierno, muchas personas y familias en situación de movilidad están viviendo momentos de angustia, dolor, miedo e incertidumbre ante las disposiciones del gobierno federal de los Estados Unidos relacionadas con la migración. Los que integramos la Pastoral de la Movilidad Humana, les reiteramos a todos nuestra solidaridad, nuestra oración y nuestra determinación de seguirles sirviendo.
Al tiempo de reconocer lo mucho que diversas diócesis, tanto en México como en Estados Unidos -particularmente en la zona fronteriza-, así como otras iniciativas están realizando en su protección y defensa, reafirmamos que continuaremos esforzándonos para que en nuestras casas, albergues y centros de acogida encuentren techo y alimento; apoyo en la atención a su salud física, emocional y espiritual; ayuda para contactar a sus familias y obtener la documentación que necesiten; asesoría y acompañamiento legal para los trámites que requieran realizar. Para informarse acerca de estos centros de atención pueden consultar https://depmh.org/mapa/
A fin de seguir apoyando a nuestros hermanos migrantes y deportados, llamamos nuevamente a toda la sociedad a sumarse a este esfuerzo, particularmente a las arquidiócesis, diócesis, parroquias, institutos de vida consagrada, seminarios, casas de formación, universidades y colegios católicos, grupos laicales y comunidades.
Así mismo, con el deseo de acoger, proteger, promover e integrar a nuestros hermanos migrantes y deportados, renovamos nuestra disposición a sumarnos a los esfuerzos de las autoridades federales, estatales y municipales, así como de las organizaciones religiosas y civiles, convencidos que, unidos, podemos ofrecer a todos una esperanza, teniendo presente la enseñanza de Jesús: «Traten a los demás como les gustaría que los demás los trataran a ustedes» (Lc 6, 31).
+ Eugenio A. Lira Rugarcia
Obispo de Matamoros-Reynosa
Responsable de la Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana
+ Mons. Héctor Mario Pérez Villarreal
Obispo Auxiliar de México
Secretario General
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