La actual Iglesia peregrinante, los que estamos vivos en esta época, hemos sido bendecidos con una serie de sucesores de Pedro de gran importancia para la Iglesia y el mundo actual. Una imagen nos trae una bella estampa de una reunión imposible en la Tierra, pero muy posible en el Cielo.
El Observador
Circula por redes sociales una imagen que reúne a los últimos 6 Papas. Es sumamente probable que haya sido creada mediante una inteligencia artificial generativa, pero no por ello no deja de ser bella la estampa al reunir a estos grandes de la fe, y hasta reflejan de alguna manera la personalidad de cada uno de los Sumos Pontífices.
San Juan XXIII (Papa del 28 de octubre de 1958 al 3 de junio de 1963), es el que está jugando recargado con el Papa Francisco. En su vida fue caracterizado por un notable sentido del humor. Se le recuerda como “el papa bueno”.
San Pablo VI (Papa del 21 de junio de 1963 al 6 de agosto de 1978), está entre Juan XXIII y Juan Pablo II. Fue un gran devoto mariano. Nombró a María como la Madre de la Iglesia durante el Concilio Vaticano II
Beato Juan Pablo I (Papa del 26 de agosto al28 de septiembre de 1978), es el que está en el extremo superior izquierdo. Aunque su pontificado solamente duró 33 días, siempre se le recuerda con su actitud cercana, amable y cariñosa, por algo es “el papa de la sonrisa”.
San Juan Pablo II (Papa del 16 de octubre de 1978 al 2 de abril de 2005), es el segundo de derecha a izquierda. Juan Pablo II, el grande. Visitó 129 países durante su pontificado, el tercero más largo de la historia.
Benedicto XVI (Papa del 9 de abril de 2005 al 28 de febrero de 2013), es el primero de derecha a izquierda y que con su mano toca al Papa Francisco. Falleció el 31 de diciembre de 2022, a los 95 años, en el monasterio Mater Ecclesiae, situado en la Ciudad del Vaticano, del que había hecho su residencia tras su renuncia al pontificado.
Francisco (Papa desde el 13 de marzo del 2013), es el que se encuentra sentado y con esa sonrisa, que tanto le ha caracterizado. El primer pontífice originario de América, conocido por su humildad y por su gran preocupación por los pobres, los migrantes, los sufrientes.
La Inteligencia Artificial al servicio del desarrollo
La inteligencia artificial, sí, es una herramienta con mil potencialidades, pero debe ponerse «al servicio de un desarrollo más sano, más humano, más social y más integral», de lo contrario, como todos los desarrollos tecnológicos, si «no mejoran la vida de todos» sino que «crean o aumentan las desigualdades y los conflictos», no puede definirse como «verdadero progreso».
Este es parte del mensaje que el Papa Francisco ha enviado a los participantes del Foro Económico Mundial que se desarrolla del 20 al 24 de enero.
