En un comunicado difundido a través de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los obispos hacen un llamado a la sociedad mexicana y a la opinión pública a fomentar la unidad y corresponsabilidad en busca de un futuro con esperanza ante la preocupante política del gobierno estadounidense y la serie de medidas que ha tomado desde el pasado mes de enero.
A continuación, enlistamos los 10 puntos más importantes del texto firmado por el presidente de la CEM, Ramón Castro Castro, y por el secretario general, Héctor M. Pérez Villarreal:
La esperanza de un nuevo gobierno
Como primer punto, los obispos destacan el inicio del nuevo periodo de gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, como titular del Poder Ejecutivo Federal. Se congratulan con ella y reconocen su mayor apertura al diálogo.
Pero también manifiestan, como obispos de la Iglesia católica y ciudadanos mexicanos, “una preocupación que debe estar presente en la toma de decisiones políticas y sociales, en el corto, mediano y largo plazo, decisiones que incumben a todos los mexicanos dado que todos somos responsables, en distintas formas, del presente y futuro del país”.
Preocupación por la política de EU
Los prelados consideran preocupante la política del nuevo Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica hacia México de manera especial, y hacia el mundo en general. “Ante la serie de medidas que ha ido tomando desde el primer día de su responsabilidad es claro que tiene como finalidad presionar a nuestro país para lograr metas muy concretas en sus planes de gobierno: combatir la actividad del crimen organizado dedicado al narcotráfico, abordar el tema migratorio y superar las desventajas en las relaciones económicas entre los dos países que, de acuerdo con sus criterios, son desfavorables para Norteamérica”.
Apertura al diálogo
Están seguros de que cada uno de los planteamientos puede tener solución en un clima de unidad entre las distintas fuerzas políticas mexicanas para propiciar un diálogo respetuoso y una prudente apertura hacia el gobierno norteamericano para acordar una mutua colaboración. “Sin embargo, debemos aceptar y reconocer que el verdadero enemigo lo tenemos en nuestro propio país donde necesitamos una auténtica unidad nacional, para superar nuestros graves problemas internos que no han sido debidamente atendidos durante años y cada vez se agravan más”.
Unidad nacional
A los mexicanos piden unión para defender “nuestro país, nuestra identidad, nuestra libertad, nuestros valores, nuestros derechos humanos y constitucionales, nuestras instituciones y nuestra seguridad, mediante estrategias gubernamentales incluyentes que tomen en cuenta a las distintas fuerzas políticas, a la sociedad civil organizada, a las asociaciones religiosas y la participación ciudadana en general”.
Problemas no resueltos
Otro de los puntos importantes del mensaje, es el reconocimiento de los problemas no resueltos: La desigualdad social y la pobreza que requiere respuestas de fondo para propiciar las oportunidades de desarrollo social; la corrupción que sigue invadiendo todos nuestros ambientes; la inseguridad que extiende su furia sanguinaria en territorios cada vez más amplios que están en manos del crimen organizado no solo por el narcotráfico, sino también por la extorsión, los asaltos a gran escala en nuestras carreteras, los robos cotidianos en el transporte público y una degradación social generalizada; las severas carencias en el sistema de salud pública que siguen afectando a la población; la baja calidad educativa.
Los migrantes
A estos problemas suman la situación de los migrantes, que deben ser respetados por su dignidad humana y reconocidos sus derechos, sin ser vistos como moneda de cambio con el país del norte, ni como víctimas por los abusos de toda clase de delincuentes; “finalmente, también debemos ocuparnos en la reconstrucción del Estado de Derecho en el país ya que estamos experimentando un deterioro institucional al grado que ya no rige la ley, sino la voluntad de quien se impone”.
Llamado a la unidad
Resaltan que los mexicanos “estamos llamados a trabajar unidos ante la adversidad, convocados por nuestras distintas autoridades políticas, comenzando por la presidencia de la República, para superar la división y confrontación social, para continuar con los diálogos en la construcción de la paz, para propiciar mayores inversiones para el desarrollo económico, con mejores condiciones laborales, especialmente para los jóvenes, que necesitan menos apoyos que generan dependencia y más formación y oportunidades de trabajo, a fin de que se sientan orgullosos de sí mismos y de su aportación social”.
Compromiso
Como Iglesia en México, los obispos se comprometen a cooperar en este diálogo nacional por la reconciliación, la paz y el restablecimiento del Estado de Derecho. “Les exhortamos a ser protagonistas en la construcción de un México más justo, fraterno y en paz”.
El bien común
Piden a Dios que nuestras autoridades civiles, “por quienes hacemos permanente oración y con quienes buscamos dialogar (respetando las propias competencias) y la sociedad en su conjunto, enfoquemos mejor los esfuerzos, antepongamos el bien común al particular, y que los desafíos actuales que vienen del norte y también del sur del país, sean oportunidad para unir a la nación en torno al desarrollo social integral, como corresponde al verdadero humanismo”.
Llamado a la oración
Finalmente, los pastores de la Iglesia invitan a todos los mexicanos a unirse en oración “por nuestra patria, a ser constructores de paz en sus entornos cotidianos y a comprometerse activamente en la búsqueda del bien común. Que Santa María de Guadalupe, Madre de los mexicanos, interceda por nosotros”.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 9 de marzo de 2025 No. 1548