Padre celestial,

Tú cuidas de Tu Iglesia y la vigilas con amor y sabiduría.

Envía tu Espíritu Santo sobre los Cardenales reunidos en Roma.

Concédeles discernimiento, unidad y paz.

Ilumina sus corazones para que hagan Tu voluntad

y actúen por el bien de la Iglesia Universal.

Guíalos para que elijan al Papa que Tú deseas para Tu Iglesia en este tiempo —

un sucesor de Pedro, que continúe la misión del Buen Pastor,

confiada por Tu Hijo Jesucristo a Pedro, Príncipe de los Apóstoles,

como guardián de la fe y de la comunión eclesial.

Por intercesión de María, Reina de los Apóstoles

y de todos los santos que te han servido fielmente,

confiamos este momento a Tu providencia.

Amén.

 
Imagen de João Geraldo Borges Júnior en Pixabay


 

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