Por Rebeca Reynaud

Juan Luis Lorda asegura que uno de los pilares de la educación es la lectura. Y comenta: Los tres problemas de América Latina son educación, educación, educación. Lo más simpático y agradecido es educar a los niños. Luego, integrar a los jóvenes a la sociedad, incorporarlos, que no se queden en la cuneta. Todas las sociedades han luchado por ganarse a sus jóvenes, y es una gran tarea. Luego, llegar a los sectores más vulnerables. Y, ¿cómo se hace? La mejor metodología es “persona a persona”. Ganándonos la libertad de los niños, adolescentes y adultos. La educación es el arte de las artes. Educar es aprender. Nosotros, los profesores, estamos a su servicio.

Albert Camus escribió grandes novelas; fue Premio Nobel y, después de recibirlo, fue escribir a su maestro para agradecerle lo que hizo por él, le alentó. El protagonista es siempre el alumno. El libro Paideia los editó el FCE de México. Allí se explica que estamos modelando una persona que es libre, no le imponemos. Lo modelamos cuando conseguimos que él quiera, ¡que él quiera!; que ame las cosas que le decimos. Necesitamos ayudar a conocer cosas bonitas. Dentro de esas cosas bellas que ha de descubrir está un ideal de cómo es la persona. Esto es el centro de la humanitas.

Humanismo viene de humanitas, significó la educación del hombre de acuerdo con la verdadera forma humana, con su auténtico ser. Para que los jóvenes adquirieran esa forma humana los griegos utilizaban la literatura. Hasta la caída del Imperio Romano la educación clásica está basada en la literatura. Buscan en ella modelos para que los jóvenes aprendan los ideales de la sociedad. La Iliada, de Homero, servía de texto. ¿Y qué veían en esos libros? Ejemplos de vida. El patriotismo es una gran virtud; se decía: “Yo debo algo a la Patria porque me han dado mucho”.

El mundo romano en lo educativo lo organizó Cicerón, a él debemos el mundo de las virtudes, que es central, virtudes como la sabiduría (que es más amplia que la prudencia), justicia, fortaleza y templanza. Es un tema fundamental en educación.

En China encontramos a Confucio, que señala adónde vamos, ¿para qué estamos aquí? Para devolver lo que hemos recibido, para poder servir. Enseña el dominio de sí mismo, la valentía para hacer lo que se debe, valientes para llevar adelante una acción, por ejemplo, para salvar a un niño. Valentía para corregir. Todo eso es central en la educación. La justicia, en el sentido de honradez personal, es la primera justicia. Enseñar a odiar la mentira y el robo.

George Steiner es un judío, crítico famoso. Dice: “al final de mi vida esa es mi pesadilla, que los teatros, las bibliotecas, las orquestas y los museos, pueden existir a la par de los campos de concentración”. Cultura es lo que cultiva el alma, lo que cultiva a las personas. Las lenguas, las matemáticas, la música cultivan a la persona, pero el centro está en la honradez; así está el sol en su sitio.

La lectura no es para estar al corriente, sino para estar en la corriente del saber. Muchas personas no leen porque la lectura no es para todos. Nosotros sembramos, la sabiduría requiere meditación. La cultura está en los libros.

Cosas importantes que logra la lectura:

Expande los hábitos intelectuales. La lengua es el primer instrumento de la inteligencia. La lectura aumenta el vocabulario. Si tengo un lenguaje con 500 palabras, pienso con 500 palabras y analizo con 500 palabras. Una persona con un lenguaje de 20 mil palabras va a analizar de otro modo, puedo comparar y desarrollar las ideas de otro modo. ¿Cómo construyo mi propio saber? Depende del léxico y también de las imágenes literarias tengo, que pasan de un campo a otro, dan analogías. La inteligencia funciona con las dos cosas: con análisis lingüísticos y con imágenes literarias. Estas últimas crean atmosferas y emociones Son instrumentos de la inteligencia también para comunicarse.

André Maurois piensa que “el arte de leer es, en gran parte, el arte de encontrar la vida en ellos, y de comprenderla mejor gracias a ellos”. La lectura también da la experiencia de vida de otros, porque me cuenta lo que hay en su alma, esos escritores también han padecido y buscado.

Descartes decía: La lectura de los buenos libros es como una conversación con los mejores.  La lectura es una gran compañía, es mucho más rica que la comunicación televisiva.

Hay que empezar muy pronto a leer. Los niños se hacen lectores en el regazo de sus padres. Octavio Paz empezó a leer desde muy niño. Cuando uno lee por su cuenta empieza a leer Vidas Ejemplares, Vidas Ilustres, etc. El gusto por la lectura se adquiere contando bien lo leído; hay que hechizar. Allí está el arte porque cada público es distinto. El entusiasmo del profesor hechiza. Es necesario facilitar el contacto con los libros. Es propio de la educación abrir horizontes, “echar anzuelos y disparar flechas”.

Hay que hacer propaganda de lo bueno. No hay que conocer todos los libros, sino una selección de ellos. Luego, no aconsejar lo que quita la ilusión de vivir. Educar no es como llenar un vaso, es como encender un fuego, decía un autor griego. Nosotros queremos encender el amor a la lectura.

Imagen de WOKANDAPIX en Pixabay


 

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