El escapulario del Sagrado Corazón tiene su origen en Pellevoisin, Francia en 1876. Con las apariciones de la Santísima Virgen María, bajo la advocación de «Madre de Misericordia», a la joven Estelle Faguette, que se encontraba gravemente enferma, y recibió su total sanación por la intercesión de la Virgen María.

Aprobación eclesiástica

El Papa León XIII dio su aprobación al escapulario del Sagrado Corazón en enero de 1900.

La Congregación de Ritos, el 4 de abril de 1900, emite un decreto sobre la concesión de la aprobación del escapulario del Sagrado Corazón.

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe, dio su consentimiento al arzobispo de Bourges para que emita el Nihil Obstat el 22 de agosto de 2024, relativo a la devoción de “Nuestra Señora de la Misericordia”, venerada en el santuario de Pellevoisin. Carta que fue aprobada por el Papa Francisco.

Las apariciones

Nuestra Señora de Pellevoisin, Madre de Misericordia, se le apareció a la joven francesa de 32 años, Estelle Faguette, quien tenía una enfermedad incurable, durante 15 ocasiones, del 14 de febrero al 8 de diciembre de 1876.

Las apariciones tienen como finalidad la conversión de los pecadores, la oración y la difusión de la devoción al escapulario del Sagrado Corazón.

La misma Virgen llevaba puesto el escapulario, se lo dio a conocer a Estelle el 9 de septiembre, y el 8 de diciembre recibió las instrucciones para su difusión.

Carta de Estelle a la Virgen

Estelle nació el 12 de septiembre de 1843 en el seno de una familia muy pobre. Para mantenerse a sí misma y a sus padres, trabajó primero como lavandera y luego como doméstica. Enferma gravemente y su vida corre peligro. En ese momento decide escribir una sentida carta a la Virgen para que se recupere y pueda seguir manteniendo a sus pobres padres. Sus palabras -escribe el cardenal Víctor Manuel Fernández- “sorprenden por su sencillez, claridad y humildad. Estelle narra los sufrimientos causados por su enfermedad. No hace alarde de un espíritu cristiano de resignación. Al contrario, explica su resistencia interior a una enfermedad que trastocó su proyecto de vida”. Pero al final siempre confía en la voluntad de Dios. Sólo quiere ayudar a su padre y a su madre con todas las fuerzas que le quedan: “Esta entrega generosa a los demás, esta vida que se emplea en cuidar a los demás, es lo que más ha tocado el corazón de Madre”, que “sabe reconocer todo el bien que se esconde detrás de nuestras palabras”.

El escapulario con la imagen del Corazón de Cristo

“La experiencia de Pellevoisin -comenta el Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe- es mariana, pero al mismo tiempo es fuertemente cristológica”. Así, “la gran petición que la Virgen dirige a Estelle es que le extienda el escapulario con la imagen del Corazón de Cristo, y el gran mensaje de María es la invitación a volverse hacia ese Corazón amoroso del Señor”. Mostrando a Estelle el escapulario del Sagrado Corazón de Cristo, María le dice: “Desde hace mucho tiempo los tesoros de mi Hijo están abiertos […] Amo esta devoción”.

Estelle acepta esta petición de difundir la devoción al Corazón del Señor. “El Corazón de Cristo”, dice el cardenal, “nunca es indiferente, se deja tocar por nuestra súplica sincera y amorosa, sobre todo cuando es la Madre quien toca su Corazón”. La vida de Estelle transcurrió con humildad en medio de muchas pruebas, acusaciones y calumnias. En 1925 ingresó en la Tercera Orden Dominicana. Murió en Pellevoisin el 23 de agosto de 1929, a los 86 años de edad.

 

“Nuestra Señora de Misericordia nos lleva al Corazón de Cristo”, carta al arzobispo de Bourges (Francia) sobre la experiencia espiritual de Estelle Faguette

 

Con información de Vatican News


 

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