Por Rubicela Muñiz
¿Quién puede pedir el finiquito de una persona que no ha muerto oficialmente, porque está desaparecida? ¿Qué pasa con su crédito Infonavit, su pensión, su fondo de ahorro? ¿Cómo accede la madre, el hijo o la pareja a lo que la ley reconoce como “derechos adquiridos”? Preguntar esto duele, pero se vuelve indispensable cuando las familias quedan sin sustento y sin respuestas.
Estas y otras cuestiones busca resolver el Centro de Reflexión y Acción Laboral A. C. (CEREAL), una organización Jesuita que, desde el servicio de la fe, la promoción y la formación de los derechos humanos laborales ayuda a las víctimas indirectas de los desaparecidos.
María Romero Casanova, coordinadora del área de defensa legal del CEREAL, nos comparte cómo a partir de una situación tan lamentable como la desaparición de una persona, los familiares luchan con una total falta de información.
“Cuando estás en el duelo, los derechos de las personas desaparecidas quedan siempre en el olvido o a veces ya es tarde, o ya no se pueden hacer muchas cosas. Es por eso que quisimos dar este acompañamiento en el aspecto de que hay muchos procesos que se inician ante la desaparición de las personas a nivel laboral”.
Romero también explica que, de acuerdo con la ley, por accidente o riesgo de trabajo hay una indemnización, una retribución de 5 mil salarios mínimos a familiares directos y que, eso mismo, puede aplicarse en el caso de personas desaparecidas.
“Sabemos que en México se vuelve un trabajo 24/7 la búsqueda de los familiares. Entonces, se crean estas situaciones en donde la mayoría de los familiares o victimas indirectas renuncian a su trabajo y su vida se ve afectada de manera integral, y la parte económica sufre un impacto. Si bien la Ley Federal del Trabajo concede estos derechos, es importante hacerlos valer para que las personas, victimas indirectas, puedan tener un poco de sustento. Es por lo que tenemos estos espacios donde puedan sentirse arropados, como con la indemnización”.
El apoyo que se ofrece a quienes se acercan de manera directa o a través de las redes sociales, consiste en asesoría jurídica, una asesoría jurídica formativa, no como un despacho de abogados, sino que tratan de que las personas se vayan sabiéndose sujetas de derechos y entendiendo estos derechos: ¿De dónde nacen? Para no sentirse ajenos a poder exigirlos y reconocerlos.
“Se les explica paso a paso por qué es esa situación, inclusive cuando se traduce a situación económica monetaria, se les explica por qué ese derecho se traduce en dinero. La ley debería de ser accesible a todas las personas sin la necesidad de que otra la interprete”.
“Y al ser formativas nuestras asesorías, también vamos apoyando a que vayan iniciando su proceso, pero nosotros siempre acompañándolas. Por ejemplo, nos ponemos en contacto con las empresas cuando se trata de indemnizaciones y los acompañamos para que las puedan recibir o, en su caso, analizar la situación para darles seguimiento”.
No siempre resulta sencillo obtener los beneficios, pero el proceso puede llegar a ser menos tardado ante las dependencias si se cumplen con los requisitos de ley de tener un documento de identidad que acredite el parentesco. Por ejemplo, puede ser mucha más rápida la entrega de los Afores o de Infonavit, una vez que se tiene la declaración de ausencia.
“Hemos notado que hay mayor resistencia por parte de las empresas en la entregar indemnizaciones. El tema de las desapariciones en México representa lagunas jurídicas impresionantes que no han sido reguladas y por eso se dejan mucho a la interpretación, no solo de los jueces, sino también de las empresas. Es ahí donde iniciamos el proceso de negociación que algunas veces sí exige que se les dé el reconocimiento de personas beneficiaria y es un proceso que puede llevar entre seis meses a un año”.
Esto pude convertirse en un proceso de revictimización, ya que la mayoría de las personas que exigen tienen los documentos que acreditan el parentesco, pero las empresas necesitan que se reconozcan como personas beneficiarias a pesar de que existen las pruebas. Padres, madres, esposas, victimas indirectas, personas que andan colectivos, se enfrentan a esta realidad.
A través de talleres y atención presencial o a distancia, el CEREAL seguirá ofreciendo estos beneficios de forma gratuita, además de cuidado mental y psicológico, ya que no solo lidian con el duelo, sino también con el proceso legal y el desconocimiento de la ley por parte de las autoridades. Situación que resulta densa y pesada.
110 mil Personas están desaparecidas oficialmente en México.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 15 de junio de 2025 No. 1562