Por Alejandro Benítez Teresita, pequeña flor. ¿Puedo llamarte así? ¿Me atrevo a dirigirme a una Doctora de la Iglesia con esta familiaridad? Viendo tu imagen me hundo en tus ojos y tu suave sonrisa. Tu mirada, Teresita, no está muy lejana de nuestro tiempo. Lo que hoy...