En la tradicional catequesis de los miércoles el Papa Francisco ha reflexionado sobre un tema capital para la Iglesia: «la comunión de los santos»: somos una gran familia,  donde todos los miembros se ayudan y se sostienen entre sí.

El Santo Padre insistió asimismo en que la “comunión de los santos”, gracias a la Resurrección de Cristo, establece un vínculo profundo e indisoluble entre los que peregrinan en la tierra, las almas del Purgatorio y los que gozan de la bienaventuranza celeste, en la que «nos unimos como Iglesia, que encuentra en la oración de intercesión la forma más alta de solidaridad».

Recordó que esa expresión tiene dos significados relacionados: «comunión en las cosas santas y comunión entre las personas santas. El segundo significado recuerda que existe una comunión de vida entre los que creemos en Cristo y nos hemos incorporado a Él en la Iglesia por el Bautismo».

La relación entre Jesús y el Padre es la “matriz” del vínculo entre los cristianos: si estamos radicados en esta “matriz”, en este fuego ardiente de amor que es la Trinidad, podemos llegar a poseer un único corazón y una única alma, porque el amor de Dios abrasa nuestros egoísmos, juicios y divisiones.

El Papa cuestionó: «¿Sabemos compartir las incertezas de nuestro itinerario de fe buscando la fraterna ayuda de la oración y del consuelo espiritual? ¿Estamos disponibles a escuchar y ayudar a cuantos nos lo piden?»

Francisco terminó este encuentro semanal invitando a todos a «redescubrir la belleza de la fe en la comunión de los santos. Una realidad que nos concierne mientras somos peregrinos en el tiempo, y en la cual, con la gracia de Dios, viviremos para siempre».

Por favor, síguenos y comparte: