La recién creada Pontificia Comisión para la Protección de los Menores tuvo su primera reunión, del 1 al 3 de mayo y en ella hizo una declaración pública de solidaridad con todos «los que han sido víctimas de abusos sexuales cuando eran niños o adultos vulnerables»; a la vez que hicieron saber que «desde el comienzo de nuestra tarea hemos adoptado el principio de que el bien de un niño o de un adulto vulnerable es prioritario a la hora de tomar cualquier decisión».
La Comisión señaló que propondrán iniciativas para fomentar la responsabilidad local de la Iglesia en todo el mundo y el intercambio mutuo de »prácticas mejores» para la protección de todos los menores, mediante programas de preparación, educación, formación y respuesta ante los abusos. «Consideramos que es muy importante asegurar la responsabilidad de la Iglesia, incluida la puesta a punto de medidas y procedimientos eficaces y transparentes».
Los integrantes de la Comisión presentarán al Papa unos estatutos que expresen con más precisión la naturaleza de la Comisión, su estructura, su actividad y sus objetivos. Dejaron en claro que la Comisión no tratará los casos individuales de abusos, pero podrá presentar sugerencias sobre las normas para garantizar la responsabilidad y las mejores prácticas.
«En los estatutos presentaremos propuestas específicas que hagan hincapié en la sensibilización de la opinión pública sobre las trágicas consecuencias del abuso sexual y de las devastadoras repercusiones de no escuchar o no informar cuando se sospecha un abuso, así como de la falta de ayuda a las víctimas de abusos sexuales y a sus familias».
«Al mismo tiempo que los católicos se comprometen a que nuestras parroquias, escuelas e instituciones sean lugares seguros para todos los menores, nosotros, junto con las personas de buena voluntad, nos comprometemos a asegurar que los niños y los adultos vulnerables estén protegidos de los abusos», señala el comunicado de la Comisión.
Esta primera reunión ha tenido el objetivo de reflexionar sobre la naturaleza y los objetivos de la Comisión y en la ampliación de sus miembros para incluir a personas de otras zonas geográficas y de diversas competencias; así como estudiar las relaciones que se pueden dar con otras instancia de la Iglesia para la salvaguardia de los menores y los adultos vulnerables.
Los miembros que han tomado parte en este encuentro han sido:Catherine Bonnet, Francia; Marie Collins, Irlanda; Sheila Baroness Hollins, Reino Unido ; el cardenal Sean Patrick O’Malley, O.F.M.Cap, Estados Unidos ; Claudio Papale, Italia; Hanna Suchocka, Polonia; Humberto Miguel Yáñez, S.I., Argentina y Hans Zollner, S.I., Alemania.