Por Felipe de J. Monroy, Director Vida Nueva México |

Del 13 al 16 de octubre, nos encontramos en la Provincia de Acapulco para participar en el XII Encuentro Nacional de Pastoral de la Comunicación cuyo primordial objetivo es mirar hacia los nuevos escenarios donde se experimenta la adquisición, transmisión y correspondencia de una cultura de la información y que, al mismo tiempo, transforma la vida cotidiana de millones de seres humanos.

Bajo el lema Comunicación al Servicio de una Auténtica Cultura del Encuentro, la Comisión Episcopal de Pastoral de la Comunicación busca en este encuentro –además de poder compartir experiencias desde las diferentes trincheras de la información se han acumulado en los servicios que periodistas, fotoreporteros, camarógrafos, administradores de portales y sitios web de noticias, etcétera- proveer técnicas, herramientas, servicios y conocimientos para enfrentar el gran reto de comunicar en la era digital.

Este es el vigésimo segundo encuentro entre los responsables de información y comunicación de las diócesis, con lo cual se confirma la importancia en la profesionalización que las diferentes circunscripciones particulares han puesto en la ruta del diálogo y encuentro con las culturas.

El reto de los comunicadores no es solo el de proponer la verdad y la realidad bajo el análisis de nuevas configuraciones tecnológicas o sociales sino el de reflexionar desde dónde aquellas configuraciones pueden construir puentes para enmendar fenómenos como la corrupción, la desconfianza, la desesperanza y la mentira.

Frente a ese complejo horizonte, compartimos dos convicciones: la  del periodista Alex Grijelmo quien apunta que “la mentira imposibilita toda comunicación leal” y la del escritor Carlos Monsiváis quien acuciaba a desterrar la creencia de que “la información es poder”.

La comunicación leal se hace solo con la verdad y la información es un servicio. Estas son dos condiciones sin las cuales no hay ejercicio periodístico o informativo verdaderamente digno, responsable y solidario. Por desgracia, muchas veces advertimos que la verdad y el servicio son, podríamos figurar, los dos remos de una barcaza en un océano de información, donde buques, trasatlánticos y submarinos nucleares avasallan con poder, prepotencia y desprecio. Pero la navegación no se hizo para hombres o mujeres temerosos, ni para aquellos que confían demasiado en sus propios aparejos. Además, la historia enseña que hasta un simple leño está convocado al inmarcesible sino del ejemplo.

Gracias a la oportunidad y la convocatoria del presidente de la CEPCOM, Luis Artemio Flores, obispo de Tepic, y a la hospitalidad del arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, es que al menos un centenar de profesionales de la comunicación provenientes de varios rincones del país estarán llegando a un puerto donde realimentarse del primer deseo de su oficio comunicador: compartir. Compartir desde la incesante lucha contra la mentira y desde sus heroicos esfuerzos por sobrevivir.

Y, sin embargo, no es este –como ningún otro- un puerto tranquilo. Desde hace ya varios años en esta ciudad y estado federado se han testimoniado una serie de eventos que laceran y vulneran la posibilidad de confianza y de encuentro. La violencia en casi todas sus trágicas expresiones se ha manifestado en esta región bajo una no siempre eficiente ni honesta vigilancia de las autoridades. La descomposición del orden social en el que incluso los supuestos democráticos, representativos, de justicia, paz y equidad son fuertemente cuestionados, hace más urgente la propuesta de una comunicación al servicio de una auténtica cultura de encuentro.

Finalmente, hay que mencionar que este encuentro de comunicadores se suma a otros grandes esfuerzos por compartir el camino de diálogo con las culturas presentes en el país. Por ejemplo, en la diócesis de San Cristóbal de las Casas, también se testifica una cumbre para analizar la teología indígena y, en la ciudad de Puebla de los Ángeles, los especialistas en bienes muebles e inmuebles de arte sacro fueron convocados para el Taller de Bienes Eclesiásticos Mexicanos cuyo interés es preservar y mejorar los diferentes acervos artísticos e históricos de temática religiosa en México.

@monroyfelipe

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