Por Juan Antonio Espinosa, cantautor católico |
No son tiempos estos para éxtasis poéticos ante un claro de luna.
No son tiempos estos para andarse por las ramas.
Estos tiempos nos están pidiendo a gritos que nos dirijamos a los hombres y mujeres de hoy, que reclaman su trabajo no como quien pide en la esquina una limosna, sino como se exigen los derechos, el pan y la palabra.
Ya nos decía el poeta Manuel Pacheco:
«Lo que importa es el Hombre,
porque si el hombre muere
se apagarán para siempre
las antorchas del Alba».
Yo me dirijo al hombre
Yo me dirijo al hombre que se dobla
y lleva una herramienta entre sus manos,
al hombre que ha quemado sus pupilas
en el brillo absoluto de los platos.Yo me dirijo al hombre cansado de ladrillos
en el frío esqueleto del andamio;
al que siembra en su oscura compañera
un dolor de cadena y de letargo.Quiero decirle al hombre que no camine solo,
que no entregue a la esquina la virtud de sus manos
y clave en el futuro un sudor de banderas,
creando sobre el mundo el altar del trabajo.Yo me dirijo al hombre; he olvidado la luna,
y la brisa y el cisne y el cristal del piano.
Canto al hombre que pudre sus espaldas de tierra,
sus cabellos de polvo y sus manos de callos.Al hombre que se quema como una astilla seca
en el hielo y el sol que da vida a los campos,
al que rompe los hierros, al que tala los bosques
y sufre la miseria al triste son de un canto.Quiero decirle al hombre que no camine solo,
que no entregue a la esquina la virtud de sus manos
y clave en el futuro un sudor de banderas,
creando sobre el mundo el altar del trabajo.
Letra: Manuel Pacheco
Música: Juan Antonio Espinosa
Esta canción forma parte de «Cantares de ojos abiertos», título dado por Espinosa a un puñado de poemas de Manuel Pacheco, que se presentaron en 1976 en un LP con este mismo título.
Actualmente se encuentra formando parte de un Doble CD «Cantares de Libertad»(EDIBESA, www.edibesa.com)
Ahora puedes escucharla, cantada por el mismo autor, pulsando aqui
También, si lo deseas, te la puedes descargar gratis pulsando aqui