Por Luis García Orso, S.J. |

En el Mensaje para la Jornada de las Comunicaciones Sociales de 2015, el Papa Francisco nos dice que “La familia es el primer lugar donde aprendemos a comunicar…, un ambiente en el que se aprende a comunicar en la proximidad, y un sujeto que comunica, una «comunidad comunicante»” (Cfr. Mensaje del 23 enero 2015). Vale mucho leer y meditar todo el mensaje, y revisar nuestras actitudes en la propia familia. Pero también ayuda vernos a través de otro prisma en las historias contadas a través del cine. En ellas, como en un espejo, quizás descubramos aspectos no advertidos o dejados de lado. Sugiero siete películas para hacer este ejercicio, personalmente, en familia, o en algún grupo de vida.

El orden propuesto para verlas parece el más pedagógico, pero puede haber otra elección. En cada una hay también un párrafo del Papa para meditar. Las preguntas que pueden guiar son:

– ¿Cómo habla de mí y mi familia esta historia de la película?

– ¿Con cuál personaje me siento identificado?

– ¿A qué me siento invitado al verme en esta historia?

Compartir dentro de la familia la reflexión que brota al ver la película puede mejorar y enriquecer la manera de comunicarnos en nuestro ambiente más cercano. Como dice el Papa, “Volver a este momento originario nos puede ayudar, tanto a comunicar de modo más auténtico y humano, como a observar la familia desde un nuevo punto de vista”.

El color del paraíso / Director: Majid Majidi / Irán, 1999, 90 minutos

Mohamad es un niño de una escuela para ciegos que va a pasar el tiempo de vacaciones con su familia. Su padre se muestra huraño y piensa que su hijo es una maldición o una vergüenza para sus aspiraciones materiales; su abuela es ternura y acogida; sus hermanitas, alegría y convivencia inocente; sus maestros, preocupación y empeño. Mohamad anhela encontrar a Dios en medio de su limitación. Si nos comparamos con estos personajes de la película, los espectadores somos invitados a revisar nuestra propias actitudes en la familia.

“«Visitar» comporta abrir las puertas, no encerrarse en uno mismo, salir, ir hacia el otro. También la familia está viva si respira abriéndose más allá de sí misma, y las familias que hacen esto pueden comunicar su mensaje de vida y de comunión, pueden dar consuelo y esperanza a las familias más heridas, y hacer crecer la Iglesia misma, que es familia de familias… Podemos dar porque hemos recibido, y este círculo virtuoso está en el corazón de la capacidad de la familia de comunicarse y de comunicar; y, más en general, es el paradigma de toda comunicación”

De tal padre, tal hijo / Director: Hirokazu Kore-eda / Japón, 2013, 120 min.

Ryota, un arquitecto obsesionado por el éxito profesional y el dinero, forma con su joven esposa y su hijo de seis años una familia ideal. Todas las certezas de su vida perfecta se esfuman cuando del hospital donde nació su hijo le informan que dos bebés fueron cambiados al momento de nacer: el niño que crió no es el suyo, y su hijo biológico ha crecido en un ambiente más modesto. Ahora Ryota ha de conocer al otro niño, su hijo, y debe tomar una decisión. La película nos ayuda a pensar qué es ser padres en verdad, cómo se educa a los hijos, qué es crear vínculos en la familia.

“Lo que nos hace entender en la familia lo que es verdaderamente la comunicación como descubrimiento y construcción de proximidad es la capacidad de abrazarse, sostenerse, acompañarse, descifrar las miradas y los silencios, reír y llorar juntos, entre personas que no se han elegido y que, sin embargo, son tan importantes las unas para las otras. Reducir las distancias, saliendo los unos al encuentro de los otros y acogiéndose, es motivo de gratitud y alegría”

Lejos de ella (Away from Her) /Directora: Sarah Polley / Canadá, 2007 , 110 minutos

La película está basada en un relato corto de la premio Nobel Alice Munro, y narra los últimos días de relación de un matrimonio en el que ella empieza a sufrir de Alzeheimer y tiene que ser ingresada en un centro. Allí él buscará visitarla siempre e intentará hacer que Fiona recuerde su historia de amor. Que uno de los dos olvide cuánto se quisieron es un sufrimiento aún más pesado que la enfermedad, y el recuerdo del amor es una bendición.

“Lo que nos hace entender en la familia lo que es verdaderamente la comunicación como descubrimiento y construcción de proximidad es la capacidad de abrazarse, sostenerse, acompañarse, descifrar las miradas y los silencios, reír y llorar juntos… La familia es, más que ningún otro, el lugar en el que, viviendo juntos la cotidianidad, se experimentan los límites propios y ajenos”

¿Qué hacemos con Maisie? /What Maisie Knew / De David Siegel y Scott McGehee/ EU, 2012, 99 min.

Está basada en una novela de Henry James y se adaptó como la historia de una pequeña niña que se encuentra atrapada en una batalla legal y emocional entre sus padres. Cuando un niño o niña se convierte en hijo de padres divorciados, las cosas se vuelven muy confusas para el niño. Y aún se complica más si la madre no se hace cargo y el papá se vuelve a casar. ¿Cómo afrontan los padres sus diferencias y conflictos? ¿Qué tanto piensan en sus hijos para resolverlos?

“La familia es, más que ningún otro, el lugar en el que, viviendo juntos la cotidianidad, se experimentan los límites propios y ajenos, los pequeños y grandes problemas de la convivencia, del ponerse de acuerdo. No existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva… Cuando las familias están separadas entre ellas por muros de piedra o por los muros no menos impenetrables del prejuicio y del resentimiento, cuando parece que hay buenas razones para decir «ahora basta»; el único modo para romper la espiral del mal, para testimoniar que el bien es siempre posible, para educar a los hijos en la fraternidad, es en realidad bendecir en lugar de maldecir, visitar en vez de rechazar, acoger en lugar de combatir”.

La decisión más difícil (My Sister’s Keeper) / Director: Nick Cassavetes / EU, 2009, 110 min

Anna es una adolescente que ha tenido que pasar muchas veces por el hospital. Las cirugías, inyecciones, vacunas y transfusiones son parte de su vida. Ella no está enferma, pero su hermana Kate padece leucemia. Anna fue concebida para que ella pudiera preservar la lastimosa existencia de Kate, y Anna nunca ha tenido problemas con eso, hasta un día que se pregunta cuál es su lugar en la familia y el mundo. Pese al amor que tiene por su hermana, Anna ha de tomar una decisión que las afectará. Pero también cada uno de los miembros de la familia tienen sus propias motivaciones y decisiones.

“En la familia se percibe que otros nos han precedido, y nos han puesto en condiciones de existir y de poder, también nosotros, generar vida y hacer algo bueno y hermoso. Podemos dar porque hemos recibido, y este círculo virtuoso está en el corazón de la capacidad de la familia de comunicarse y de comunicar… Tienen mucho que enseñarnos las familias con hijos afectados por una o más discapacidades. El déficit en el movimiento, los sentidos o el intelecto supone siempre una tentación de encerrarse; pero puede convertirse, gracias al amor de los padres, de los hermanos y de otras personas amigas, en un estímulo para abrirse, compartir, comunicar de modo inclusivo”

Tierra de Sueños (In America)/ De Jim Sheridan/ Irlanda-EU, 2012, 107 min.

Para comenzar de nuevo, nada mejor que el clásico sueño de emigrar a Estados Unidos. Pero la realidad es otra cosa, como lo descubren un matrimonio irlandés y sus dos hijas, cuando llegan a Nueva York. La familia se enfrenta ahora a un futuro incierto y nada sencillo, pero también debe enfrentar su doloroso pasado. La experiencia de la inseguridad de la vida y de la certeza de la muerte puede unir a seres humanos culturalmente muy distintos. Cómo nos abrimos a otros puede dar una nueva dimensión a la vida.

“Los medios de comunicación tienden en ocasiones a presentar la familia como si fuera un modelo abstracto que hay que defender o atacar, en lugar de una realidad concreta que se ha de vivir; o como si fuera una ideología de uno contra la de algún otro, en lugar del espacio donde todos aprendemos lo que significa comunicar en el amor recibido y entregado…  La familia es el «lugar donde se aprende a convivir en la diferencia»: diferencias de géneros y de generaciones, que comunican antes que nada porque se acogen mutuamente, porque entre ellos existe un vínculo. Y cuanto más amplio es el abanico de estas relaciones y más diversas son las edades, más rico es nuestro ambiente de vida”.

Los que se quedan / De Juan Carlos Rulfo y Carlos Hagerman / México, 2008, 100 min.

Nueve familias que viven en pequeñas poblaciones de seis Estados de México: Zacatecas, Jalisco, Michoacán, Puebla, Chiapas y Yucatán, nos abren sus casas y su corazón también a nosotros los espectadores para volvernos oyentes y amigos. Los directores han filmado una hermosa película sobre la familia, sobre los vínculos que nos unen, y sobre la migración sin tener que caer nunca en discursos o consejos. Simplemente han dejado que las personas nos compartan su vida. Partir y compartir toman carne en cada una de estas historias, y nos ayudan a preguntarnos cómo nos unimos, nos comunicamos y nos hacemos presentes en la familia, a pesar de las distancias.

“Los medios de comunicación modernos pueden favorecer (la comunicación en la familia) si ayudan a contar y compartir, a permanecer en contacto con quienes están lejos, a agradecer y a pedir perdón, a hacer posible una y otra vez el encuentro. Redescubriendo cotidianamente este centro vital que es el encuentro, este «inicio vivo», sabremos orientar nuestra relación con las tecnologías, en lugar de ser guiados por ellas…El desafío que hoy se nos propone es, por tanto, volver a aprender a narrar”.

 

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