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Desde el año 2008, con la vinculación del Centro Don Bosco y los chefs Vicky Acosta y Jainer Grisales, funciona en Cali el programa “Cocina para todos”, que tiene como principal objetivo la inclusión social. El programa está diseñado para que los jóvenes de las clases más bajas de Cali tengan la oportunidad de formarse como auxiliares de cocina, un perfil del que carecía el mercado local.
Todo esto no hubiera sido posible sin la vinculación del sector gastronómico de Cali. El programa está financiado en su totalidad y el alumnado está encantado con él, tiene un índice de abandono muy bajo y ya se han titulado 230 jóvenes, de ellos el 80% se encuentra actualmente trabajando en el sector restaurantero.
El padre Germán Londoño, Salesiano y director del Centro de Capacitación Don Bosco, dice que una de las cosas más bonitas que ha permitido el programa es acercar las dos ciudades que conviven en Cali: “Pensar que un muchacho de este lado (Distrito de Aguablanca) iba a estar trabajando en un restaurante de Granada, hace años era una cosa casi imposible y ahora es cosa de todos los días. Aquí lo que sucedió fue un acto de confianza recíproca: ellos creyeron en la sociedad y la sociedad creyó en ellos. Muchos de los muchachos que han pasado por el programa crearon su propio negocio, se han definido en la vida de otra manera. Si usted aprende a cocinar bien, vive bien, levanta el espíritu”.
La vida suele dar segundas oportunidades, y con proyectos como este se logra que las personas aparten de su camino los malos pasos y fijen su mirada a las habilidades culinarias que habían permanecido ocultas y con las que pueden lograr un sustento económico. Los jóvenes aprenden a cocinar desde una perspectiva diferente que les ayuda a superar experiencias del pasado y confiar en el futuro que les brinda una educación integral.