Por Francisco Xavier SÁNCHEZ |
El pasado 7 de Octubre de 2015, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Sr. Zeid Ra’ad Al Hussein dio su informe sobre los resultados de su visita a México para investigar el tema de los Derechos Humanos en nuestro país. Su informe –como ya nos lo podemos imaginar– es aterrador y es importante conocerlo y darle difusión.
Se trata de un texto de seis cuartillas en el que el Sr. Ra´ad Al Hussein informa sobre lo qué él mismo vio y escuchó durante su estancia en nuestro país, después de haberse entrevistado con familiares de víctimas, miembros del ejercito, políticos y finalmente con nuestro presidente de la República.
Hay en particular dos puntos que quiero remarcar: 1). La cantidad de victimas que él señala desde el 2006 hasta nuestros días. 2). El grado de impunidad que prevalece en nuestro país.
1). Cito textualmente sus palabras: “Para un país que no se encuentra en medio de un conflicto, las cifras calculadas son, simplemente, impactantes: 151,233 personas asesinadas entre diciembre de 2006 y agosto de 2015, incluyendo miles de migrantes en tránsito.” En menos de 9 años han fallecido más de 150 mil personas a causa de violencia en nuestro país. Estas cifras, como él mismo lo indica, sólo se podrían entender en un caso de guerra.
2). Cito nuevamente sus palabras: “Estadísticas oficiales muestran que 98% de los crímenes cometidos en México quedan sin resolver; la mayoría de ellos no son nunca propiamente investigados.” Esta cifra es… no sé qué palabra utilizar para describir lo que pasa en nuestro país. De cada 100 crímenes cometidos en México sólo 2 de ellos son investigados y procesados, los demás quedan en la impunidad.
¿Cómo podemos vivir o más bien dicho sobre-vivir en un país en el que no podemos salir a la calle, a la escuela, al trabajo, sin tener la seguridad de que no nos pasará nada? La impunidad ligada a la corrupción son los dos problemas mayores que padecemos en nuestro país. Dos problemas que están ligados. Las autoridades políticas mexicanas (del partido político que sean) sólo se preocupan de su interés personal: ya sea prostituyendo la economía mexicana al mejor postor (empresas privadas); o incluso asociándose con el crimen organizado en su afán de poder.
¿Qué hacer? Lo que se me ocurre por lo pronto es: 1) Mantenernos informados en medios creíbles nacionales, pero sobre todo internacionales, del deterioro moral y económico que estamos viviendo; 2). Apoyar iniciativas de personas o agrupaciones que están buscando alternativas de cambio para nuestro país (marchas, manifestaciones, firmas, etc.); 3). No volvernos cómplices de la corrupción y de la impunidad. No dar mordidas, no estacionarnos en lugares inadecuados, respetar los semáforos, exigir que se nos haga justicia aún en cosas que parezcan de menor importancia. 4). Buscar una fe comprometida con la justicia.
Para quienes deseen consultar el informe: