Alrededor de 600 familias en estado de vulnerabilidad de la Diócesis de Autlán, en Jalisco, serán beneficiadas por un programa implementado por la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPS-Cáritas Mexicana) y la diócesis local, con recursos y asesoría de Catholic Relief Services (CRS); así lo da a conocer la misma CEPS a través de un comunicado en su página web.
El programa consiste en brindarles apoyo económico durante tres meses para que no les falte alimentos e insumos no alimentarios básicos, se les capacite en temas de nutrición e higiene, así como preparar equipos con habilidades y herramientas para evaluar daños ante una emergencia.
La CEPS-Cáritas, recuerda que la región de Autlán fue afectada por la entrada del Huracán Patricia el 23 de octubre pasado, un meteoro que fue considerado como el más potente en la historia en el mundo. Afortunadamente, se debilitó al entrar en tierra y, si bien, los daños fueron menores a los esperados, particularmente no hubo víctimas humanas, la población menos favorecida perdió casas y fuentes de trabajo, pues es una zona agrícola donde las cosechas se dañaron y los jornaleros ahora no tienen ingresos.
El programa “Respuesta a la emergencia ocasionada por el huracán Patricia”, apoyado por CRS, consistirá en darle recursos económicos mediante un monedero electrónico a cada una de las 600 familias para que adquieran en una tienda los artículos o alimentos que más falta les hagan.
En las sesiones de recarga de los monederos, las familias recibirán la capacitación para que mejoren sus hábitos de higiene y alimentación, y para que equipos comunitarios sepan enfrentar este tipo de emergencias con mayor eficiencia.
De lograrse más recursos, se apoyará a las familias para reconstruir hogares y se impulsará la implementación de grupos de autoahorro.
Las familias beneficiarias pertenecen a las comunidades de La Manzanilla, Cuitzala, Francisco Villa y Arroyo Seco, en el Municipio de la Huerta, y en Melaque, San Patricio, Emiliano Zapata, El Rebalse y El Herradero, en el Municipio de Cihuatlán, ambos en el Estado de Jalisco, en la Diócesis de Autlán, las más afectadas.
El Padre Rafael Rico Jiménez, encargado de la Pastoral de la Diócesis de Autlán, recordó que tras el paso del huracán Patricia, el 23 de octubre, se pensó que no había graves afectaciones, pues incluso así lo manejaba el Gobierno, pero una vez recuperadas las comunicaciones se supo que sí había daños graves, particularmente en las comunidades que está atendiendo CRS y Cáritas Mexicana.
En las primeras semanas tras la emergencia, tanto las instituciones públicas, como de las propias de la Iglesia Católica, mantuvieron los apoyos. Sin embargo, éstos se han ido escaseando, por lo que es necesario poner en marcha un programa de reconstrucción, como el que ahora se anuncia, dijo.
Como es sabido, las necesidades son mayores en relación con la ayuda que se está dando. Se atiende ahora principalmente a personas en pobreza extrema, familias de trabajadores temporeros que no cuentan con una red de ayuda local y personas que no han recibido otro tipo de apoyos por parte de gobiernos u otras instituciones de asistencia. Es por ello que dejamos abiertas las puertas a la buena voluntad de las personas, instituciones y empresas que quieran apoyar esta iniciativa.