“¡Vayan a las periferias!”, es la invitación que hace a los cristianos en repetidas ocasiones el Papa Francisco. ¿Qué son las periferias?, aquellos lugares donde la gente está más necesitada de Dios, ya sea porque le es un ser lejano, porque han perdido la esperanza o porque nunca han escuchado hablar de él.
Y son esas “periferias”, a donde el Papa quiere llegar en su próximo viaje a México del 16 al 18 de febrero: los migrantes, los indígenas, los presos y quienes sufren las consecuencias de la violencia y el narcotráfico.
Por ello, Ciudad Juarez, escenario de la violencia, el feminicidio, el narcotráfico, el tráfico de órganos y ubicada en la zona fronteriza con Estados Unidos es un punto clave para la visita de Francisco. “Nuestra comunidad no había pensado nunca en la mínima posibilidad de recibir la visita de un Papa en la frontera”, dijo su obispo Monseñor José Guadalupe Torres Campos, en declaraciones al semanario Desde la fe en México.
Los inmigrantes están en el corazón y la mente del Papa todo el tiempo. Aquellos que cruzan la frontera de manera ilegal arriesgando su propia vida. Este tema lo expuso durante su discurso ante el Congreso en Washington, el pasado mes de septiembre: “No debemos dejarnos intimidar por los números, más bien mirar a las personas, sus rostros, escuchar sus historias mientras luchamos por asegurarles nuestra mejor respuesta a su situación”, por ello el Pontífice celebrará una Misa cerca del estadio de Ciudad Juarez, a pocos metros de la frontera con Estados Unidos.
El Papa también quiere estar cerca de otro tipo de inmigrantes. Se trata de aquellos indígenas que vienen de países centroamericanos y se instalan en el sur de México. San Cristóbal de las Casas, ubicado en el estado de Chiapas, es una zona limítrofe con Guatemala. Se trata de un municipio con más de dos millones de habitantes, de los cuales más de un millón son indígenas, de las culturas tseltal, tsotsil, ch’ol, tojolabal y zoque. También algunos refugiados guatemaltecos, de las etnias mam, quické, kanjobal, quekchí, entre otros. Esta es además es una diócesis con altos índices de pobreza y marginación.
Y en esta visita, ¿cómo ignorar a Nuestra Señora de Guadalupe? Esta Virgen que apareció en la tilma del indio San Juan Diego, un milagro que ni la Nasa ha podido explicar científicamente (tema para otro, o muchos artículos) no podía pasarse por alto en la visita de Francisco. : “Si no estuviera la Virgen de Guadalupe no iría porque el criterio del viaje es ir a tres o cuatro ciudades que nunca han sido visitadas por los papas”, indicó el Papa en una entrevista.
Francisco visitará así las periferias de México para “ir donde hay más necesidad, donde se requiere un consuelo pero sobretodo un fortalecimiento en la fe y una preocupación social de parte de los católicos, acontecimiento verdaderamente significativo para la sociedad y para el pueblo de Dios”, dijo el cardenal mexicano Alberto Suárez Inda en un video publicado por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México.
