IGLESIA Y SOCIEDAD | Raúl LUGO RODRÍGUEZ |

Han pasado varios años desde que no leía una comunicación del Episcopado Mexicano que me despertara esperanza. Pero parece que la preocupación y la indignación por el estado de cosas en nuestro país ha rebasado, con mucho, todas las expectativas. Hace dos días, el pasado 18 de enero de 2017, la Comisión Episcopal para la Pastoral Social ha hecho público un comunicado “con motivo de la situación económica del país”, que -como todo mundo sabe- es desastrosa.

La palabra de los obispos de la pastoral social me parece pertinente y atinada. Dos cosas me gustan especialmente: por un lado, que partiendo del gasolinazo y sus consecuencias, los obispos echan una mirada más amplia que abarca al entero sistema económico, productor de exclusión y desigualdad, que provoca despojo de los pueblos y desplazamiento de personas y comunidades. Por otro lado, me gusta mucho que el comunicado se haga eco, no solamente de la indignación que recorre todo el país, sino que aliente la generación de proyectos de economía solidaria y de apoyo a los mercados locales. Por último, uno no puede menos que agradecer que la posición anticapitaista de la Laudato Si’ asome, así sea tímidamente, en este comunicado.

Les comparto, pues, este comunicado. Para los católicos y católicas se trata de la voz de sus pastores. Me gustaría mucho que la enjundia con que se asumen los temas de sexualidad, hasta casi la obsesión, se aplicara a la trágica situación en el campo político y social por el que pasa la patria y todos los pueblos que la conforman.

Puede mirar aquí el comunicado

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