Por Sergio GUZMAN SJ |

La Palabra es un don. El otro es un don.

Papa Francisco

“La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte. Y en este tiempo recibimos siempre una fuerte llamada a la conversión: el cristiano está llamado a volver a Dios «de todo corazón» (Jl 2,12), a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor”, con estas palabras el Santo Padre Francisco comienza su Mensaje para la Cuaresma 2017. Más adelante, con la ayuda de la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro (cfr. Lc 16, 19-31), nos dará algunas pistas para alcanzar la verdadera felicidad exhortándonos a una sincera conversión.

A luz de este documento, que podemos leer en www.vatican.va, recomiendo algunas películas que, como parábolas, pueden ayudarnos a reflexionar en la propia vida, en cómo estamos viviendo y cómo podemos volver a Dios y a los otros de todo corazón.

¿Quién sabe cuánto cuesta hacer un ojal? de Ricardo Larraín, (Chile, 2005, 60 min.)

Esta película cuenta la historia de san Alberto Hurtado desde su niñez y juventud hasta su entrada a la Compañía de Jesús. Todo trasnscurre a principios de 1900, cuando el joven Alberto se pregunta por el sentido de su vida, de su fe como cristiano, de su vocación. En esta búsqueda pronto nos conectamos con él: cuando va al campo, a la universidad o con las costureras pobres a las que ayuda; cuando platica con su madre, cuando sale con los amigos, cuando ora y ayuna. Resuenan aquí las palabras del Santo Padre: La Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la limosna. En la base de todo está la Palabra de Dios, que en este tiempo se nos invita a escuchar y a meditar con mayor frecuencia”.

Casino de Martín Scorsese (EUA-Francia, 1995, 184 min.)

Ace Rothstein (Robert de Niro) es un corredor de apuestas, administrador de un Casino. El mismo nos cuenta su historia: “En medio del desierto ganamos dinero, es el resultado de todas esas luces brillantes, los viajes regalados por cortesía, la champaña, las suites gratis, las mujeres y el alcohol. Todo se dispuso para que nosotros nos quedemos con su dinero. Esa es la verdad sobre Las Vegas”. Rothstein sabe que ha tenido buena mano y que según él ha recibido un paraíso en la tierra. La verdad, como veremos a lo largo de la película, este gran apostador tendrá las de perder. “El apóstol Pablo dice que «la codicia es la raíz de todos los males» (1 Tm 6,10). Esta es la causa principal de la corrupción y fuente de envidias, pleitos y recelos. El dinero puede llegar a dominarnos hasta convertirse en un ídolo tiránico”, leemos en el Mensaje del Papa.

 

El ciudadano Kane de Orson Welles (EUA., 1941, 119 min.)

Charles Foster Kane (Orson Welles) es un multimillonario, magnate de la prensa, que ha estado viviendo solo en su suntuosa finca Xanadu durante los últimos años de su vida. Muere en la cama pronunciando la palabra «Rosebud» mientras una bola de nieve cae de sus manos y se hace añicos. El periodista Jerry Thompson (William Allad) investiga sobre la vida privada de Kane con el objetivo de descubrir el significado de su última palabra al morir. Toda la película gira entorno a este enigma. “Para el hombre corrompido por el amor a las riquezas, no existe otra cosa que el propio yo, y por eso las personas que están a su alrededor no merecen su atención. El fruto del apego al dinero es una especie de ceguera”, nos dice el Papa Francisco en su mensaje. Reflexionemos: ¿Cómo vivió el ciudadano Kane? ¿Qué lo fue cegando en la vida? ¿Qué añora antes morir?

 

Hermano sol, hermana luna de Franco Zeffirelli (Italia, 1972, 130 min.)

Hermano sol, hermana luna es una película llena de color, belleza y poesía sobre la vida de san Francisco de Asís (1181-1226). En poco más de dos horas podemos contemplar a Francisco cuando regresa enfermo y arrastrando los pies después de una guerra, cuando recuerda su vida llena de lujos, cuando baja a la tintorería de su padre y se conmueve hasta las lágrimas de la miseria de los obreros, cuando empieza su conversión y se despoja de su ropa para vivir en pobreza y con más libertad, cuando se va al campo y reconstruye una vieja iglesia, cuando inspira a muchos jóvenes a vivir el Evangelio. Francisco (Hermano sol) y Clara (Hermana luna) son dos grandes santos que pueden darnos mucha luz, color y esperanza en este tiempo en que el Papa Francisco nos invita a salir y ver al otro como don.

Las llaves del Reino de John M. Stahl (EUA, 1944, 137 min.)

Las llaves del Reino es un clásico del género religioso protagonizada por Gregory Peck que nos presenta con respeto y emotividad la vida de un sacerdote católico entregado a la misión, humilde, abierto, de buen humor y gran corazón. La película derrocha ecumenismo, misericordia, tolerancia, caridad creativa. Al ver la película pensemos en el Papa Francisco que nos dice: “la Cuaresma es el tiempo propicio para renovarse en el encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos y en el prójimo. El Señor ―que en los cuarenta días que pasó en el desierto venció los engaños del Tentador― nos muestra el camino a seguir. Que el Espíritu Santo nos guíe a realizar un verdadero camino de conversión, para redescubrir el don de la Palabra de Dios, ser purificados del pecado que nos ciega y servir a Cristo presente en los hermanos necesitados”.

 

Películas para ver y analizar en la Cuaresma (I parte)

 

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