Por Arturo Maximiliano García @maximilianogp
Hay quienes deciden emprender por sí mismos un negocio, pero igual de importante y válido es decidir trabajar para una persona o empresa ya establecida, donde quizá visualices una carrera de largo plazo y crecimiento profesional. Al paso del tiempo, una vez establecido en un lugar de trabajo, adquirida experiencia e incluso habiendo obtenido nuevos conocimientos para aportar, empezarás a preguntarte: ¿Por qué no un aumento de sueldo?
El sueldo es una contraprestación por tus servicios, que se supone hacen que la persona para la que trabajes también gane, siempre que desempeñes bien tus labores. Cuando el trabajo que desempeñas le da más a ganar a tu empleador, entonces es válido solicitar un aumento de salario, que puede ser en la misma posición en la que estás o en alguna nueva que conlleve una mayor paga.
Pedir un aumento de sueldo puede llegar a ser incómodo para quien lo pide, pero también para quien lo tiene que dar, ya que puede derivar en un rotundo «no» o en un estira y afloja, donde el trabajador siempre querrá ganar más y el patrón querrá pagar menos. Tomando en cuenta la situación anterior, solicitar un aumento en tu sueldo tiene una estrategia que puede funcionar mejor que sólo decir «quiero más», por lo que pongo a tu alcance algunos de los consejos publicados por expertos en contrataciones sobre cómo debe pedirse ese deseado aumento:
Nunca aceptar la primera propuesta
Aquí se parte de la base de que ese número pudiera no ser lo máximo que el empleador estaría dispuesto a pagar.
No seas tú el primero que propone un número
Deja que sea tu jefe o la persona a cargo de recursos humanos quien ponga la propuesta económica sobre la mesa, y empieza a negociar a partir de ésta.
No todo ingreso es sueldo fijo
Algunas empresas pueden manejar bonos de productividad, comisiones, pago con acciones, becas y otros elementos que pueden reflejarse en un mejor ingreso o mejores condiciones de trabajo.
Justifica tu aumento
Para negociar exitosamente un aumento de sueldo debes tener argumentos, al menos que sean tan evidentes que no tengas ni que decirlos. Prepara estadísticas de tu productividad o de cómo se refleja tu trabajo en más ingresos para tu empresa o empleador. Acredita tus nuevas habilidades o conocimientos, que pueden hacerte más interesante o incluso indispensable como trabajador.
Sentimientos afuera de la negociación
Es necesario ser objetivo cuando planeas tu estrategia para pedir el aumento y cuando te encuentras en la negociación. Recuerda que tu empleador quiere gastar lo menos y tú quieres ganar más, por lo que los merecimientos deben ser más que una opinión personal, sino basarse en elementos concretos que se ajusten a lo que quieres ganar y lo que puede y está dispuesto a pagar la empresa o persona para quien trabajas.
Ten una contraoferta en mente
Conseguir un aumento de sueldo normalmente no es tan fácil como sólo pedirlo. Es muy común encontrar un «no» como respuesta o que te hagan una oferta que no es la que llevabas en mente, por lo que debes tener siempre una alternativa que cumpla prácticamente, aunque quizá en otro esquema, el mismo nivel de satisfacción que tu primera oferta, valorando, como ya lo precisamos, componentes distintos al salario, entre otras opciones.
Publicado en la edición impresa de El Observador del 22 de julio de 2018 No. 1202