Por Sergio Estrada
Dar continuidad a los trabajos de paz en algunas diócesis del país, así como la presentación de la metodología para el acompañamiento a víctimas de violencia a los representantes de las nuevas diócesis que se integran en estas labores, fue el objetivo del V Encuentro para el acompañamiento a víctimas de violencia de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPS) Cáritas Mexicana de la CEM.
Los equipos de trabajo de las provincias de Tehuantepec, Acapulco, Zamora, Veracruz y Tepic, entre otras, elaboraron un documento que dio aportes a este método de trabajo de la construcción de paz que se está llevando a cabo en sus localidades, mientras que a otro equipo le fue presentado esta metodología de construcción de paz social en nuestro país y se compartieron herramientas de trabajo para coordinar y ejecutar un programa pastoral de acompañamiento de paz en sus localidades.
«A partir del 2010 y basándonos en la exhortación pastoral “En Cristo nuestra paz, México tenga vida digna”, que nos propone una forma de construcción de paz y que se basa en el modelo ecológico que plantea la OMS de manera integral en círculos concéntricos de una cuestión, en este caso del impacto de la violencia a nivel personal, familiar, y comunitario, surge el modelo de trabajo de transformación social con enfoque en la construcción de la paz, con el cual estamos trabajando», compartió la licenciada Ángeles Vázquez, integrante del equipo de estos trabajos.
Esta propuesta implica un marco amplio e integrador de acción teniendo niveles de intervención a nivel personal, familiar, social comunitario y estructural, siendo las intervenciones de prevención: intervención en crisis en la proyección y estabilización de la reconstrucción del tejido social para, finalmente, dar como resultado lo que se quiere alcanzar, que es la paz y vivir en fraternidad, comentó Vázquez.
En este método de trabajo de transformación social, en la parte de intervención de crisis, entra el acompañamiento de víctimas de violencia con una mirada de prevención.
Debido a que la violencia que no se ha trabajado se transfiere, puede que los victimarios antes fueran víctimas; por eso se debe trabajar de manera preventiva. De igual manera se trabaja con personas que han sido víctimas de violencia verbal, psicológica y de alto impacto.
«El programa de acompañamiento a víctimas de la violencia es integral, teniendo cuatro formas de atención pastoral, como: Misas por la paz, Horas Santas, Vía crucis para concientizar y sensibilizar y acompañar desde la óptica pastoral; otra forma de acompañamiento es la espiritual, que se aborda desde la transcendencia de la persona, atendiendo incluso a personas de otro credo, dándoles atención en los Centros de Escucha», subrayó la integrante de la CPES.
El proceso de acompañamiento psicológico va encaminado a enlazar a la persona afectada con su ser trascendente, y esto implica lo que crea de la naturaleza y cómo puede trascender en su ser espiritual, lo cual tiene una acción sanadora que es integral. Por otra parte, también se da acompañamiento psicosocial de manera individual, familiar, grupal y comunitaria.
Centros de escucha
Son un espacio de acogida en donde haya confidencialidad al cien por ciento para que las personas de manera tranquila y libre expresen su sentir y sean acompañadas en los primeros auxilios psicológicos. Estos Centros de Escucha ya se encuentran laborando en Tuxtla Gutiérrez, Veracruz, Amatlán, Apatzingán, Zamora, Morelia, Michoacán, Nueva Italia,. Quiroga, Páztcuaro y la Piedad, con la intención de abrir más de éstos en las diócesis del país, haciendo un llamado a los participantes del encuentro a compartir estás herramientas en sus localidades.
Publicado en la edición impresa de El Observador del 23 de septiembre de 2018 No.1211