Por Teresa García
El Purgatorio es un acto de misericordia de Nuestro Señor, es un tiempo de purificación y sin él, pocos serían los que irían al cielo. ¡Ayudemos a las almas del purgatorio! Entre ellas podrían estar nuestros seres queridos. Dios nos permite aliviarlas y aún liberarlas a través de oraciones, obras de misericordia, la Sagrada Eucaristía y limosnas.
Cuando esas almas son liberadas, no cesan de proteger y orar por quienes los ayudaron. La oración de estas almas no tiene eficacia para ellas pero sí para los vivos. Todos los santos han creído en el Purgatorio y muchos tuvieron sueños, visiones o revelaciones. Algunos hasta hablaron con las almas del Purgatorio, como san Josemaría Escribá, la beata Ana Catalina Emmerick, santa Margarita María de Alacoque, san Juan Bosco o santa Gertrudis.
San Nicolás de Tolentino tuvo la visión de un fraile sufriendo grandes penas en el Purgatorio. Después de ofrecer por él varios días la Santa Misa, lo volvió a ver glorioso y resplandeciente agradeciéndole sus oraciones.
Santa Catalina de Génova escribió que en el Purgatorio el alma todavía está atada a los deseos y a la pena que derivan del pecado, y de lo cual es consciente al darse cuenta de la infinita bondad de Dios. No es un lugar envuelto en llamas, no hay un fuego exterior, sino que el amor de Dios es como un fuego abrazador que va purificando al alma.
«No hay criatura viva que pueda conocer lo atroces que son estas penas». Santa Verónica Giuliani.
Un día, al celebrar la Misa, san Gregorio Magno elevó la Hostia y se quedó con ella en alto por mucho tiempo.Al preguntarle por qué, respondió: «Es que vi que mientras ofrecía la Santa Hostia a Dios, descansaban las benditas almas del Purgatorio».
«Amigos, familiares y conocidos de un difunto pueden ayudarle reparando en su nombre el daño que el difunto causó en vida. Por la intercesión de la Santísima Virgen, las almas del Purgatorio sufren menos de lo que merecerían». Santa Brígida.
No desperdiciemos esta oportunidad. Por ejemplo, en Querétaro tenemos un año jubilar en el templo de la Merced: ya que se cumplen 800 años de fundación de la orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced, del 17 de enero de 2018 al 17 de enero de 2019 se puede ganar la indulgencia plenaria.
La indulgencia plenaria puede aplicarse por vivos y difuntos. Si la aplicas por un difunto, cancelas para él las penas que le mantienen en el Purgatorio. Si la aplicas por ti mismo, debes tener el firme propósito de conversión y cancelas ante Dios las penas que por tus pecados pasados te han hecho merecer el Purgatorio.
REQUISITOS PARA GANAR LA INDULGENCIA PLENARIA
▶ Confesión sacramental, de no más de 20 días.
▶ Participar en Misa completa. Es recomendable anotar la intención, pues así toda la asamblea se une a ella. Si vas a Misa entre semana agregas el rezo del Credo.
▶ Comunión Eucarística.
▶ Oración por las intenciones del Papa.
▶ Caridad hacia los pobres, oración y ayuno.
Publicado en la edición impresa de El Observador del 16 de septiembre de 2018 No.1210