Las dos cartas del ex nuncio en Estados Unidos, el arzobispo Carlo María Viganò, han resultado extraordinariamente polémicas, sobre todo por tres temas: la petición de dimisión —por encubrimiento al cardenal McCarrick— de Viganò en contra del Papa Francisco; la propuesta de que existe una red en el Vaticano que fomenta el nombramiento de obispos protectores de la homosexualidad, y la descalificación del liderazgo pastoral del Papa a quien acusa —él y sus aliados— de salirse de todos los moldes de la Iglesia católica en su afán de apertura.

Pero, ¿todo esto es verdad?  Habrá que buscar el otro lado de la moneda.

1 El problema es la coherencia

«El problema es otro, el problema es poner en entredicho un pontificado que ha puesto a la Iglesia, a los obispos, a los cardenales, en una mayor exigencia de autenticidad, de coherencia, de testimonio. Él, desde el principio, lo ha pedido»,  aseguró el rector de la Universidad Pontificia de México, el padre Mario Ángel Flores Ramos, en entrevista con el periódico semanal «Desde la Fe», en Ciudad de México.

2 ¿De qué cultura nace  un ataque contra el Papa como el de Viganò y sus aliados, conocidos y ocultos?

«El frente conservador, aliado con los poderes económicos y políticos actualmente dominantes, no quiere al Papa, y trata por todos los medios de deslegitimarlo. El operativo Viganò forma parte de ese contexto», le dijo a Alver Metalli, en entrevista para el blog «Tierras de América», el filósofo italiano Massimo Borghesi.

3 ¿Qué dice y  qué esconde Viganó?

«El nuevo ‘comunicado’ de Viganò es interesante nuevamente por lo que no dice, por los hechos que omite…. No aporta pruebas ni indicios sobre la supuesta colaboración de McCarrick (el ex cardenal estadounidense que es el tema del cual se agarró el arzobispo Viganò para exigir la dimisión del Papa)  como consejero del actual pontificado. No recuerda tampoco que el Papa Francisco fue el primero que sancionó duramente al cardenal abusador, quitándole el birrete cardenalicio, cosa que no sucedía en la Iglesia desde hacía 92 años», escribe el vaticanista Andrea Tornielli en la página web «Vatican Insider».

4 ¿Por qué seguir  a Francisco en medio de los escándalos?

«Para un católico, la fidelidad al Papa es una dimensión constitutiva de la fe. El Papa no es el CEO de empresa o un mero gobernante de un Estado. A través de la carne frágil del Pontífice se opera parte del Misterio con el que Dios cuida a su pueblo y lo mantiene en unidad. Francisco es el Pedro de hoy»,  le dice el filósofo mexicano Rodrigo Guerra a la revista digital «Humanum».

5 ¿Por qué los llamados  «sectores conservadores» no quieren a Francisco?

«Algunos cardenales lo votaron sin saber mucho de él y se sorprendieron. Francisco fue una especie de terremoto. En Roma, la resistencia principal es por el cambio de cultura que quiere llevar a cabo: convertir el Vaticano, que definió como la última corte del mundo, en un organismo que sirva a la Iglesia en el mundo y que sirva a la humanidad. Es el punto clave de la reforma.

Luego uno puede hablar de las reformas estructurales en el gobierno de la Iglesia y a qué velocidad marchan; pero, en el fondo, lo que puso en marcha es un cambio de cultura. Y considero que lo logró»,  dijo al periódico argentino «Clarín» el biógrafo del Papa Francisco, Austen Ivereigh.

Recopilación de JSC

TEMA DE LA SEMANA: OBJETIVO: ¿DERRIBAR A PEDRO?

Publicado en la edición impresa de El Observador del 14 de octubre de 2018 No.1214

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