Por Arturo Maximiliano

El verano es por excelencia una época de vacaciones y con ello la oportunidad de que millones de familias mexicanas salgan de sus ciudades a divertirse, pero también es una temporada de rebajas y promociones que inician normalmente la segunda quincena de junio para terminar la última semana de julio.

Efectivamente, la llegada del verano marca el inicio de la segunda mejor temporada del año para los comercios, sólo superada por la época navideña.  Es por esta razón que las campañas comerciales de los programas de descuento están ya inundando todos los medios de comunicación, desde folletos, pasando por radio, televisión y el ahora indispensable internet.

Las promociones más comunes son los monederos electrónicos, meses sin intereses y las variedades de productos adicionales por el mismo precio como lo son los 2×1 o 3×2 entre otros.

Por lo anterior, tiendas de autoservicio, departamentales y comercios en general estarán compitiendo agresivamente por atraer a los consumidores con promociones. Se calcula que en algunas de estas campañas comerciales los descuentos pueden llegar hasta a un 40%.

Estos son otros datos sobre las ofertas de verano:

–           A los mexicanos nos gustan las rebajas de verano.  De acuerdo con datos de la empresa Nielsen, quienes llevan el gasto en los hogares de México van 3.5 veces a las tiendas de autoservicio en los meses de promociones de verano, comparado con las 2 veces en un mes regular.

–           Buscadores de precio.  Están por otro lado las personas que son buscadores de precios, ya sea como individuos o como parejas, quienes buscan precio y también calidad en los productos que consumen, haciendo comparativos entre distintas tiendas, lo cual es sin duda lo ideal, en la medida que los movimientos y el gasto en gasolina para llegar a donde tienen el mejor precio no te generen mayor gasto que el propio descuento.

–           Programas de lealtad.  Existen consumidores que en los meses de rebaja y fuera de ellos, han desarrollado ya lealtad por algunas tiendas en específico, por lo que aprovechan las promociones que se les ofrece por su estatus de cliente frecuente, quienes difícilmente cambian su lugar de consumo, siempre y cuando las ofertas que les otorgue esa condición de lealtad sigan siendo más atractivas que las de la competencia.

–           Internet y compra online.  El que busca precio y calidad puede aprovechar una extraordinaria herramienta de la tecnología, el internet, que nos permite hacer investigaciones previas sobre las características del producto, comentarios y calificaciones de otros consumidores, a la vez que podemos también comparar precios.  Una vez determinado el producto y el mejor precio conforme a las promociones de verano podemos, en algunos casos, comprarlo online evitándonos incluso el gasto de trasladarnos por ellos.

–           Productos a comprar.  Es común que al principio de la temporada de verano se acentúen las promociones en ropa, zapatos y otros artículos personales, mientras que cerca del final de julio otras promociones se concentran en artículos para el hogar y electrónicos. También es común que se promocionen descuentos para productos relacionados con tu auto como llantas y el servicio mismo, indispensables ambos antes de salir a carretera.

El verano es un mes de descuentos, principalmente los meses de junio y julio. Los principales comercios estarán peleando una guerra de precios para conquistar a los consumidores. Compara y aprovecha en beneficio de tu bolsillo.

www.arturomaximiliano.com.mx

Publicado en la edición impresa de El Observador del 23 de junio de 2019 No.1250

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