En una nueva entrevista, esta vez al diario italiano La Stampa, el Papa valoró positivamente la elección de Ursula von der Leyen, el liderazgo ambiental de los jóvenes y la labor de Greta Thunberg: «Las mujeres tienen la capacidad de unir»

Por Ary Waldir Ramos Díaz / Aleteia en El Observador

El soberanismo es una actitud de aislamiento. Estoy preocupado porque escuchamos discursos que se parecen a los de Hitler en 1934. ‘Primero nosotros. Nosotros… nosotros…’: estos son pensamientos aterradores», dijo el Papa Francisco en una nueva entrevista publicada este 9 de agosto por el periódico italiano La Stampa.

Francisco afirmó que el «soberanismo es cerrazón». «Un país debe ser soberano, pero no cerrado. La soberanía debe ser defendida, pero las relaciones con otros países y con la Comunidad Europea también deben ser protegidas y promovidas. El soberanismo es una exageración que siempre termina mal: conduce a guerras».

En la entrevista realizada por Domenico Agasso JR., el Pontífice habla sobre Europa, la Amazonía y el medio ambiente. »Europa no debe deshacerse, debemos salvarla, tiene raíces humanas y cristianas… Una mujer como Ursula von der Leyen puede revivir la fuerza de los Padres Fundadores», dijo en referencia a la nueva presidente de la Comisión Europea, elegida el 2 de julio pasado.

De hecho, Francisco observó positivamente el nombramiento de una mujer en el brazo ejecutivo de la UE: «Si. También porque una mujer puede estar en condición de revivir la fuerza de los Padres Fundadores. Las mujeres tienen la capacidad de acomunar, de unir».

Asimismo, comentó el estado actual de fragilidad de la Unión Europea debido a «algunos problemas administrativos, por desacuerdos internos» y confía que «comience un proceso de recuperación y que continúe sin interrupción». Consideró un «patrimonio» la unidad histórica y cultural de Europa que «no se puede perder».

Destacó el diálogo como principal desafío: «Entre las partes, entre los hombres». El mecanismo mental debe ser “primero Europa y luego cada uno de nosotros. El ‘cada uno de nosotros’ no es secundario, es importante, pero cuenta más Europa».

Basta de monólogos

Indicó que es necesario «hablar, discutir, conocer» para dialogar. «A veces, por el contrario, se ven solamente monólogos de compromiso. No: es necesaria también
la escucha».

El Papa responde a cuánto pesan las identidades en el riesgo de aislamiento en el panorama europeo y que generan extremismos. Aseguró que la «propia identidad no es negociable, se integra».

Diálogo

Subrayó que «el problema de las exageraciones es que se cierra la propia identidad, no nos abrimos». Sostuvo que la identidad es una riqueza y cada país tiene la suya, pero debe ser integrada mediante el diálogo «para recibir de las identidades de los demás algo más grande».

«No hay que olvidar nunca que el todo es superior a las partes. La globalización, la unidad, no debe ser concebida como una esfera, sino como un poliedro: cada pueblo conserva la propia identidad en la unidad con los demás», manifestó.

Populismo

El Papa manifestó que el soberanismo cierra a las naciones así como también los populismos. «Al principio no lograba entenderlo, porque, estudiando Teología, profundicé el popularismo, es decir la cultura del pueblo: pero una cosa es que el pueblo se exprese y otra es imponerle al pueblo la actitud populista. El pueblo es soberano (tiene una manera de pensar, de expresarse y de sentir, de evaluar), en cambio los populismos nos llevan a los soberanismos: ese sufijo, ismos, nunca hace bien».

Migrantes

Sobre el tema de los migrantes, exhortó a no descuidar el derecho más importante de todos: «el derecho a la vida. Los inmigrantes llegan sobre todo para huir de la guerra, o del hambre, desde el Medio Oriente o desde África. Sobre la guerra, debemos comprometernos y luchar por la paz».

El Papa, que viajará a Mozambique, Madagascar y Mauricio a inicios de septiembre, reiteró que el hambre afecta a África y lamentó que sea un continente «víctima de una maldición cruel: […] parecería que debería ser explotado. Por el contrario, una parte de la solución es invertir allí para ayudar a resolver sus problemas y detener de esta manera los flujos migratorios».

Sínodo

En su diálogo con La Stampa, confirmó que convocó un Sínodo sobre la Amazonia en el Vaticano en octubre porque es «hijo» de la encíclica social Laudato Sí sobre la «realidad verde, la custodia de la Creación».

Francisco enumeró varias catástrofes ambientales y fuentes directas; así recordó la voz de los pescadores que le contaron que recogieron en los últimos meses 6 toneladas de plástico.

«El otro día leí que un glaciar enorme de Islanda se había derretido completamente: le hicieron un monumento fúnebre. Con el incendio de Siberia, algunos glaciares de Groenlandia derritieron, a toneladas. La gente de un país del Pacífico se está mudando porque dentro de veinte años la isla en la que viven ya no va a existir. Pero el dato que más me alarma es otro», destacó.

Ultimátum

Igualmente, señaló que la Tierra ya ha dado un ultimátum: «El Overshoot Day: desde el 29 de julio nos acabamos todos los recursos que el planeta logra regenerar en un año. Es gravísimo. Es una situación de emergencia mundial. Nuestro Sínodo será de urgencia. Pero, cuidado: un Sínodo no es una reunión de científicos o de políticos. No es un Parlamento: es otra cosa. Nace de la Iglesia y tendrá misión y dimensión evangelizadoras. Será un trabajo de comunión guiado por el Espíritu Santo», sostuvo.

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Publicado en la edición impresa de El Observador del 18 de agosto de 2019 No.1258

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