Cada vez es mal fácil compartir información que no siempre es buena y que influye en la formación de las nuevas generaciones; de modo que casi nada es garantía de una buena educación en los hijos.
Por Hno. José Ernesto Hernández Rodríguez, msp.
Los padres de familia deben entender que lo que en casa no les enseñan bien a sus hijos, otros lo harán por ellos y, lamentablemente, no siempre será para bien. Veamos algunos ejemplos sobre lo que hoy influye en la enseñanza de los hijos cuando los papás ausentes no asumen este papel.
Medios de comunicación: En algunas ocasiones, vendidos al mejor postor para imponer ideologías carentes de objetividad y que los jóvenes creen y adoptan como buenas o normales. A través de programas de radio y televisión, videojuegos y demás, influyen en la manera de vivir de los más vulnerables. Es tan común esto, que es la televisión la que puede «educar» a los hijos.
La escuela: Que debería ser la garantía de una excelente formación humana e intelectual, hoy lamentablemente ya no lo es. Escuelas en contra de Dios, maestros ateos, buenos profesionistas pero pésimos seres humanos, centros educativos que imponen la ideología de género, que solapan actitudes rebeldes de los estudiantes, que solo se preocupan por formar profesionistas, pero no se ocupan de formar buenos seres humanos y buenos ciudadanos. Promueven el sexualismo, el uso de anticonceptivos, entre otras cosas, todo esto disfrazado de «salud sexual
y reproductiva».
Amigos: «El que con lobos anda a aullar se enseña». Este típico dicho tiene mucho de enseñanza. Los amigos son quienes en ocasiones asumen un papel que no les corresponde pues aconsejan de manera equivocada: un ciego no puede guiar a otro ciego. Las modas, las malas ideas, las rebeldías que puedan tener los hijos, las adoptan, en gran medida, de su círculo de amigos.
La calle: Hay hijos de familia que solo se la pasan en la calle, incluso a altas horas de la noche. Campos deportivos, callejones, centros nocturnos, en fin, estos lugares suelen ser escuelas de perdición para muchos. Abundan las drogas, los malos hábitos. La calle ha sido el lugar de «enseñanza» para varios delincuentes.
Redes Sociales: Las redes sociales son el pan de cada día en muchas personas, en los jóvenes aún más. Ellas generan un gran impacto en el desarrollo emocional, personal y en la conducta de los jóvenes. Las tendencias en redes sociales la mayoría de las veces carecen de sentido moral, ético, de valores, en fin. Pocas cosas buenas son hoy tendencia. Los famosos youtubers se convierten en influencers de los jóvenes e incluso en modelos a seguir para quienes carecen de identidad.
¿En quién confiar, entonces? ¿Dónde se encuentra la certeza de que los hijos de familia sean verdaderamente educados, y se les enseñe lo que realmente les haga bien? La familia, los padres de familia son los únicos que pueden evitar que sus hijos sean manipulados en su mente, en su modo de vivir y de ser en el mundo. Es en ella donde se enseña a trabajar, a ser buenos cristianos y ciudadanos responsables y todo esto por un santo temor de Dios.
Deben marcar límites en lo que los hijos ven, escuchan en los diferentes medios de comunicación. Abordar en casa los temas que cualquiera les puede enseñar pero de manera tergiversada y malintencionada, como las cuestiones de fe, temas sobre sexualidad, el aborto, la ideología de género entre otras.
Publicado en la edición impresa de El Observador del 8 de diciembre de 2019 No.1274