Por Hno. José Ernesto Hernández Rodríguez, Msp.
Normalizar ciertas situaciones pone en peligro el sano desarrollo de los niños
Algunas cosas pueden parecer poco relevantes pero en realidad no lo son. Sobre todo en las etapas tempranas de tus hijos, donde el papel de los padres, hombre y mujer, es fundamental e insustituible. Ellos están llamados a velar por el sano desarrollo físico y espiritual de los hijos frente a tantas propuestas que los afectan, tal es el caso de la hipersexualización infantil. Pero, ¿qué es la hipersexualización en los hijos?
El término hiper es un prefijo que se une a sustantivos o adjetivos y que denota superioridad o exceso de algo. En este caso hipersexualidad hace referencia a la exaltación o exceso de las conductas sexuales en los infantes, sobre todo en las niñas.
Esto ocurre cuando en el modo de vestir, de comportarse, de bailar, de jugar, de relacionarse con los demás, se inclina a los pequeños a exponerse a ambientes o a conductas que son inadecuadas para su edad, lo que provoca la aceleración de su sexualidad. En el 2007 la Asociación de Psicología Estadounidense publicó un documento a través del cual se denuncia la tendencia a sexualizar a los niños y niñas.
La mayoría de medios de comunicación dirigidos al público infantil aparentemente “sanos” emplean un cierto modo de erotismo y de valor sexual como factores centrales de los niños y niñas incluso para logar entre ellos un cierto grado de aceptación social.
Este tipo de mensajes en los medios ha provocado que se vea como “normal” a niñas que andan maquilladas, usando ropa para mujeres adultas, zapatillas y otros accesorios que no van con su edad. En los niños la hipersexualización suele darse mediante las actitudes y conductas de adultos, como, por ejemplo, enseñarles a ver con morbo a las mujeres, así como introducirlos en ambientes de adultos, muchas veces bajo el ruin argumento de que “tiene que hacerse hombre”.
Es muy común incluir el género reggaetón en las fiestas infantiles, que es para muchos papás de lo más normal, cuando ese género trae consigo una hipersexualización bárbara, que avanza en muchos ambientes y condena a los niños, y sobre todo a las niñas, a vivir en etapas que no les corresponde aún.
¿Qué se debe hacer al respecto?
Los papás tienen que enseñar a sus hijos a vivir cada etapa de su vida como se merecen. Los programas que los niños vean en televisión, así como los videojuegos y sitios de internet que visiten, deben siempre ser vigilados por los papás.
El círculo de amigos, así comootras personas adultas que en ocasiones a están a cargo de los niños, deben ser de absoluta confianza, incluso si son familiares.
Los papás deben estar muy al pendiente de los contenidos que reciben los niños en la escuela, donde lamentablemente se pretende ideologizarlos con ideas muy perversas que solo los confundirán. Y, en definitiva, una sólida formación cristiana es un elemento que debe tomarse en cuenta para el sano desarrollo de los pequeños.
Publicado en la edición semanal digital de El Observador del 29 de marzo de 2020 No.1290